Hoy el Gobierno de España se ha dirigido formalmente a la Unión Europea solicitando un rescate para la banca española, sin determinar para qué bancos o cajas ni en qué condiciones. Justamente lo que hasta hace poco el propio Gobierno, en boca de su presidente, negaba que iba a hacer.
La semana pasada las auditoras, que han tenido que hacer el estudio sobre la situación del sistema financiero español porque el propio Gobierno de España deslegitimó al Banco de España, presentaron un avance en el que cifraban las necesidades para reflotar los bancos y cajas españoles en torno a los 62.000 millones de euros. Una barbaridad.
Llama la atención que las propias empresas auditoras dicen que si el cálculo se hiciera a día de hoy las necesidades de los bancos y cajas españoles podrían establecerse en torno a los 25.000 millones de euros. Es decir que a día de hoy estamos mejor de lo que estaremos en el año 2014.
O lo que es lo mismo, la tendencia de la economía española hacia el año 2014 es a empeorar. No es necesario que las auditoras lo anuncien ahora, el propio Gobierno de España reconoce en el cuadro macroeconómico para el año 2012, presentado en los Presupuestos Generales del Estado que acabamos de debatir en el Senado, que durante 2012 España estará en recesión, que su economía caerá en un 1,5% y que el paro se incrementará en más de 670.000 personas.
¿Puede un Gobierno resignarse ante estas expectativas cuando tiene el respaldo de una amplia mayoría absoluta para impulsar políticas de crecimiento que cambien esta tendencia? No cabe la resignación y tampoco cabe aprovechar el mal contexto económico para hacer "CONTRARREFORMAS" en materias tan sensibles como las relaciones laborales, la sanidad o la educación. Con la excusa de la crisis, la derecha española se está más ocupada en cargarse las conquistas sociales de la Transición española que en impulsar el crecimiento.
Ampararse en la herencia recibida para adoptar unas medidas que no mejoran las expectativas de crecimiento y recuperación, a corto plazo, pone de manifiesto que ni Mariano Rajoy ni el Partido Popular tenían un modelo preparado para luchar contra la crisis económica que los aupó al poder.
El informe de las auditoras lo ha dejado meridianamente claro, hoy el sistema financiero puede reflotarse con 25.000 millones de euros, en el año 2014 necesitará más del doble, porque las expectativas de crecimiento son malas o muy males. Y el Gobierno parece resignado a que así sea.
0 comentarios:
Publicar un comentario