domingo, 30 de noviembre de 2014

DESAHUCIOS 2014

En el pleno del Senado del pasado día 25 de noviembre mi compañero, senador socialista por Granada, Juan Manuel Fernández Ortega formuló al ministro de economía una interpelación sobre el grave problema de los desahucios de la vivienda habitual: los bancos se han quedado, en dos años y medio, con 120 988 viviendas, de las cuales 97 577 son viviendas habituales, según el último informe del Banco de España.

Sin embargo, en lugar de hablar de la dimensión social del problema -parece que alguien haya decretado que los desahucios dejen de ser noticias en los medios de comunicación- se habló de los escaños vacíos en el hemiciclo.
Sin lugar a dudas son dos asuntos importantes y diferentes, la desafección política y los motivos que generan y la pérdida de la vivienda habitual. 

Me parece justo, por respeto al trabajo realizado por el compañero Juan Manuel, centrarme en el problema de los desahucios y dar difusión desde esta página al debate íntegro que se produjo en el Pleno del Senado y que refleja en toda su dimensión el problema de las personas que cada día siguen perdiendo su vivienda habitual.

Este es el enlace a la literalidad del debate recogida en el Diario de Sesiones del Senado

INTERPELACIÓN SOBRE LOS RESULTADOS DE LA APLICACIÓN DE LA LEY 1/2013, DE 14 DE MAYO, DE MEDIDAS PARA REFORZAR LA PROTECCIÓN A LOS DEUDORES HIPOTECARIOS, REESTRUCTURACIÓN DE DEUDA Y ALQUILER SOCIAL.
(Núm. exp. 670/000158)

AUTOR: JUAN MANUEL FERNÁNDEZ ORTEGA (GPS)
El señor presidente da lectura a los puntos 3. y 3.1.
El señor PRESIDENTE: Para exponer la interpelación, tiene la palabra el senador Fernández Ortega.
El señor FERNÁNDEZ ORTEGA: Gracias, señor presidente.
Señorías, señor ministro, 500 000 personas han vivido el desahucio de su vivienda habitual desde que usted llegó al Gobierno, desde el año 2012, y lo peor es que hay otras 500 000 en la sala de espera, esperando a que les toque la ejecución de ese desahucio; o puede que aún más. (El señor vicepresidente, Lucas Giménez, ocupa la Presidencia).
El sufrimiento en silencio de ese millón de personas, señor ministro, es atronador. Ese dolor creo que hace temblar la democracia. Esas familias están dejando de creer que somos un Estado social y de derecho. Los afectados y sus familias se sienten abandonados por el sistema, excluidos de la protección del Estado. Y esos sentimientos no se pueden encapsular, señor ministro, no se los van a tomar solo ellos en cápsulas para sus familias. Eso se va a trasmitir a toda la sociedad; se está trasmitiendo y está zarandeando el sistema.
Su Gobierno, señor ministro, está cambiando el contrato social por un contrato mercantil, donde cada uno va a poder tener lo que sea capaz de pagarse o lo que la beneficencia le pueda dar. Eso es lo que ustedes están promocionando desde el Gobierno. La desesperación y la sensación de injusticia inundan a quien ha trabajado honestamente toda la vida y por motivos ajenos a su voluntad, por haber entrado en el paro, va a perder su vivienda y a sentir también que pierde parte de su dignidad, y además sufriendo un dolor muy fuerte porque ve el sufrimiento de su familia, que le acompaña en ese desahucio.
Señor ministro, le propongo que hablemos en serio y que actuemos, en consecuencia, honestamente. Creo que todos podemos compartir que la crisis ha generado miedo en la ciudadanía, un miedo que ha calado profundamente y que está dejando una honda huella en toda la gente, en quien es desahuciado y en quien no. Además, esto está produciendo una grave fractura social.
Estamos en un escenario de crisis que describe con dureza algunas cifras y que usted, como ministro de Economía, conoce o debería tener encima de la mesa del despacho todos los días para que le hagan reflexionar en cada decisión que toma y medite bien cada medida que adopta su Gobierno. Hay 800 000 empleos menos desde el inicio de la legislatura; hay 400 000 jóvenes que se han visto forzados a la emigración; hay más paro que en el año 2011 —según la EPA, 5 427 700 parados—; hay 1 789 000 hogares con todos sus miembros en paro; y hay 728 500 hogares sin ingresos. Con su Gobierno hay menos empleo, más paro, peores sueldos, menor tasa de cobertura para el desempleo; en conclusión, mayor desigualdad social.
Señor ministro, la tasa de cobertura ha pasado del 70 % en 2011 al 51 % para los parados y las prestaciones, a partir del sexto mes, las han bajado aún más, del 60 al 50 %. Hay más parados y las ayudas del Estado son más pequeñas. Hay un aumento muy importante de la desigualdad en nuestro país. La masa salarial disminuyó con la crisis de los años 2008 a 2011 en 11 000 millones para los trabajadores y en 11 200 en los beneficios empresariales, pero con su Gobierno, desde el año 2012 hasta ahora, la masa salarial de los trabajadores ha disminuido en 45 000 millones, mientras que los beneficios empresariales han crecido en 16 000. Está claro que su acción de gobierno no es inocua. Lo que ustedes hacen, señorías del Partido Popular, produce más desigualdad en nuestro país y más división social. Hoy, como última cifra, señor ministro, le puedo decir que el 51 % de los empleos son ya a tiempo parcial y en precario, y en esas condiciones que he descrito los desahucios se producen por miles.
Señor ministro, el problema de los desahucios existe, lo reflejen o no lo reflejen los medios, porque últimamente asistimos a que solo y excepcionalmente, en casos muy puntuales, se habla de este asunto. Estamos en un nivel de 100 desahucios al día. La gente nos pide soluciones a los políticos, a la política, al Gobierno, pero lo que han encontrado en el Gobierno es un parche de mala calidad elaborado por un Partido Popular en exclusiva utilizando su rodillo en lugar de dar una solución digna a las familias.
Expondré algunos datos que también conviene tener en cuenta a la hora de valorar el problema. El último informe del Banco de España, del primer semestre de 2014, agrega ya 97 577 desahucios por los bancos. Me refiero a vivienda habitual, porque a usted le gusta distinguir si es vivienda habitual o no. Yo le doy la cifra de vivienda habitual, de familias con nombres y apellidos que han dado su vivienda al banco. Con el informe del Banco de España, repito, son 97 577. Fíjese en que los bancos se han quedado, en dos años y medio, con 120 988 viviendas, de las cuales 97 577 son viviendas habituales. Es un informe del Banco de España. Es el 80 %, y usted en sus argumentaciones siempre dice que no debemos preocuparnos porque no es la vivienda habitual, pero sí lo es. Los bancos se están quedando con las casas de las familias y la gente tiene que buscar dónde vivir. No neguemos más el problema porque, si no, no podremos abordar la solución.
Fíjese en que hay más de 20 000 entregas judiciales al año, pero apenas el 10 % se producen con las familias dentro, pero eso no es mérito de la política del Gobierno, sino porque las familias tienen hijos y no quieren que pasen por la experiencia traumática de que la policía los eche a la calle.
Creo que el problema se agrava, aún más si cabe, con el silencio, porque además de ser muy grave y de que esté inundando nuestra sociedad, está siendo silenciado. Como decía, emerge puntualmente en casos muy simbólicos, como el de Carmen, la vecina de 85 años, de Vallecas, pero no se habla del día a día, de esos 100 desahucios diarios que se están produciendo, de 100 familias al día que silenciosamente tienen que buscar dónde vivir, con sus familias, con vecinos, con allegados o irse de alquiler sin poder pagarlo. No encuentran apoyo en el Estado.
El INE en su último informe da 9611 viviendas habituales en las que se ha iniciado la ejecución hipotecaria y que han sido inscritas. Eso supone que nos estamos yendo al orden de 38 000 viviendas en las que se inicia la ejecución hipotecaria al año. Esto quiere decir, señoría, que el problema no se está terminando aunque lleve tres años gobernando el Partido Popular, aunque hayan hecho leyes que se supone que protegían al deudor, porque ese nombre le pusieron, la verdad es que nada ha cambiado, nada ha mejorado, nos queda problema para mucho tiempo. Se lo he dicho al principio: 500 000 personas han tenido que pasar por ese escenario del desahucio y todavía quedan muchas más. Este año 38 000 familias han empezado a tener esa preocupación al saber que su vivienda va a ser desahuciada, al saber que van a tener que abandonar su hogar. Además, las cifras tienen que preocuparnos cuando lo que dicen los informes del INE es que en este trimestre hay una subida de un 1,5 % en el inicio de ejecuciones hipotecarias y en el aumento anual del 8 %. Es decir, señorías del Grupo Parlamentario Popular, con su Gobierno el problema de los desahucios no deja de crecer aunque no hablemos de él y aunque se intente ocultar por todos los medios que eso está latente en la sociedad. En tres años los bancos se habrán quedado 120 000 viviendas desde que ustedes gobiernan; 500 000 personas habrán sufrido el desahucio. Y hablando de sufrimiento, a la desesperación que produce el paro —es el primer elemento que lleva al desahucio— hay que sumar el dolor de ver el sufrimiento de los hijos saliendo de casa. Fíjense ustedes, señorías, que el 63,4 % de las ejecuciones hipotecarias corresponden a hipotecas firmadas entre los años 2005 y 2008, unos años que nos hacen suponer que se trata de familias jóvenes que probablemente habrán tenido hijos pequeños hasta ahora. Es un 63,4 % de las ejecuciones hipotecarias que se inician; son datos oficiales, no del Partido Socialista. Y hay que añadir el sufrimiento que supone cambiar de domicilio. Señor ministro, en abril de este año le pregunté, e incluso le llamé la atención al respecto, por qué se obligaba a la gente que era desahuciada a ir a otro banco para pedir una vivienda. Pero he visto al final que parece que algo de lo que decimos se ha escuchado, y al menos en ese sentido el Fondo Social de Viviendas cambió las condiciones un mes después.
Decía que hay que sumar también el dolor de las personas mayores que avalaron a sus hijos o a sus nietos y han perdido los ahorros de toda su vida. Y a la hora de legislar, a la hora de tomar medidas desde la política tengamos en cuenta el sufrimiento de la espera. Puede que haya 100 000 familias esperando que les toque también a ellos el desahucio y que saben que más pronto que tarde acabará llegándoles una orden judicial para que abandonen su vivienda. Y en algunos casos, tienen que verse obligados a repetir el desahucio porque aunque se vayan de alquiler después no pueden pagarlo y también tienen que irse.
En este escenario la sociedad ha reaccionado exigiéndonos medidas políticas, cambios legales. Los jueces, los policías y los bomberos nos pedían esos cambios a la vez que ellos demostraban sensibilidad, preocupación y pedían más dignidad. Los bancos optaron por tapar el problema social, por ahogar el grito, y acudieron a la beneficencia y al voluntarismo. Pero, ¿qué hacemos los políticos, señor ministro? En este caso solo la mayoría absoluta que ustedes tienen, su rodillo, es el que tiene capacidad de tomar decisiones y por eso nos vetan todas las propuestas que les hacemos. Y su principal ocupación, como el nombre de su ministerio, es la economía. Por tanto, para ustedes los desahucios son un problema económico. Por cierto, no sé de qué secretaría de Estado cuelgan ustedes el problema de los desahucios. No sé si lo cuelga usted en su ministerio de la de Economía y Apoyo a la Empresa, de la de Comercio o de la de Investigación, Desarrollo e Innovación. Creo que seguramente en alguna de estas lo tendrá usted encajado porque pienso que habrá un departamento completo dedicado a este gran problema social. Espero, señor ministro, que ahora me diga de quién depende, a qué secretario de Estado me tengo que dirigir cuando haya que hablar de desahucios y a quién le tengo que preguntar con qué organizaciones de afectados se está reuniendo para abordar este problema dentro de su ministerio puesto que usted es el ministro interlocutor del tema de los desahucios.
Y fíjese el éxito que han tenido sus medidas, las medidas del Partido Popular. Nos decían que en su Código de Buenas Prácticas estaba contemplada la dación en pago, pero resulta que la dación en pago llega a 2100 familias, ese fue el último dato que usted nos dio, 2100 las familias que han podido acudir a la dación en pago.
Señor ministro, 34 113 familias, según el Banco de España, desde que ustedes gobiernan se han acogido a la dación en pago. ¿Usted cree que sirve para algo una medida que ha adoptado el Gobierno, que nos vendieron como un gran avance, cuando solo el 6 % de las daciones en pago se han acogido a esa medida? ¿Usted cree que alguna de esas daciones en pago no se hubiera producido sin su ley? Y esto hace inútil la ley que promulgaron. No sirve para nada. Porque lo que se ha hecho, se hubiera hecho con ley o sin ley del Partido Popular. Ustedes hablaban de reestructuración de la deuda. Usted anunciaba que se habían producido 6500 gracias a la ley del Partido Popular. Yo solo le puedo poner un ejemplo, porque no hay datos del conjunto de España, pero el ejemplo es demoledor. En palabras del presidente del Banco de Santander, ya fallecido, a primeros de este año solo el Banco de Santander había reestructurado 20 000 hipotecas. La ley del Partido Popular es inútil. Las reestructuraciones que se hicieron con la ley, se hubieran hecho sin ella. Ustedes no han hecho nada. Han hecho un paripé. Y tenemos 1 millón de personas que han pasado o van a pasar por el desahucio. Tomemos medidas, sentémonos y acordemos cosas que sirvan para la gente. No hagamos aquí cosas inútiles, pues, al final, la gente dice que el Estado social y de derecho se está resquebrajando porque los políticos no estamos dando la cara. Y, en este caso, quien no da la cara es el Partido Popular y el Gobierno. Al final, el tiempo nos acaba dando la razón.
Como he dicho antes, la comisión de seguimiento modificó, rebajando voluntariamente, eso sí, en el Fondo social de viviendas, las condiciones de acceso, porque era un fondo inútil. Usted ha tenido que ir anunciando, prácticamente, cada contrato que se firmaba, como un logro. Si después de dos años hablaba usted de que había menos de 1000 contratos firmados. Si ni siquiera se firmaba el 25 % de las adjudicaciones que hacían ustedes. Si es que usted ha tenido que transitar un camino de fracasos, dando explicaciones que quedaban ridículas en boca de un ministro de España. Asuman que es un error, un fracaso, y pónganse a trabajar o escuchen a quienes estamos dispuestos a hacer propuestas para mejorar las condiciones de vida de la gente.
Ahora dicen ustedes que los desahuciados ya se pueden quedar en sus casas. Eso es lo que han acordado en la comisión de seguimiento. Pero es que una semana antes, usted me dijo aquí que había que recurrir ante el Constitucional la ley andaluza que preveía que se quedaran en sus casas, porque dicha ley quebraba el sistema bancario. ¡Pero qué disparate estaban ustedes diciendo, solo para buscar la confrontación con el Partido Socialista, para decir que las medidas que ponía el Partido Socialista en marcha no servían! ¡Para eso solamente! Y, sin embargo, un mes después, lo pactan con los bancos, en lugar de tres años, dos más uno, y entonces es una medida válida. Eso sí, voluntaria.
El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Señoría, por favor, vaya finalizando.
El señor FERNÁNDEZ ORTEGA: Enseguida termino.
Tenemos que dejarnos de voluntarismos. Yo le he dicho aquí que hablemos en serio de los desahucios y después le propondré medidas en serio. Quiero que hablemos en serio. Los ciudadanos lo necesitan. Hagamos cosas que sirvan, señor ministro.
Muchas gracias, señorías, señor presidente. (Aplausos).
El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, señoría.
Para contestar la interpelación, en nombre del Gobierno, tiene la palabra el señor ministro de Economía y Competitividad.
El señor MINISTRO DE ECONOMÍA Y COMPETITIVIDAD (De Guindos Jurado): Muchas gracias, presidente.
Señorías, creo que este es un debate que se tiene que abordar desde el rigor de los datos. Voy a darles, simplemente, una serie de datos. En primer lugar, el sistema hipotecario español es el que ha permitido que, prácticamente, un 80 % de los españoles tengan una vivienda en propiedad. Es una de las cifras más elevadas de la zona euro, ya que la media en esta zona está en el 65 %. Es cierto que hace unos años estaba algo por encima, en el 90 %, y, en estos momentos, en el 80 %. Por lo tanto, tenemos un sistema hipotecario que, en términos generales, ha funcionado y ha permitido el acceso a la vivienda a millones de españoles.
En segundo lugar, también es importante recordar que el 94 % de los españoles hace frente a su hipoteca regularmente. Tenemos una tasa de mora que ha crecido durante la crisis, pasando del 1 al 6 %, pero que sigue siendo del 6 %, es decir, hay un 94 % de deudores hipotecarios que, mes a mes, hacen frente a sus obligaciones hipotecarias y hemos llegado a un 6 %, que, además, está empezando a reducirse, lo cual es un indicador de la salida de la crisis de España.
Pero lo básico es, por tanto, centrarnos en analizar las causas que han llevado a ese 6 % de mora y hacer que, efectivamente, no se vuelvan a repetir los errores del pasado y actuar sobre el 6 %, que ha sido de alguna forma golpeado como consecuencia de la crisis.
Señorías, la crisis de España se caracterizó por un endeudamiento del sector privado debido al crecimiento exponencial del crédito inmobiliario, y le voy a dar una serie de ejemplos, señoría. Durante el período 2003-2009 el crédito al sector privado se multiplicó por 2,5, pasando de 800 000 millones a prácticamente 2 billones de euros. Asimismo, en tres años, desde 2003 a 2006, el número de hipotecas individuales aumentó en más de un 35 %. Además, en los años previos a la crisis la tasa de crecimiento de crédito nuevo en hipotecas de hogares se situaba en el entorno del 20 %. Señorías, teníamos una burbuja hipotecaria unida a la crisis económica más severa de las últimas décadas, lo cual, junto a la destrucción de empleo, ha llevado a que nos encontremos con la situación de que tenemos una tasa de mora, como decía anteriormente, del 6 %. Muestra de ello —y usted lo decía y, por lo tanto, es algo que le debería hacer reflexionar porque, lógicamente, en esa época tenían ustedes obligaciones de gobierno— es que cerca del 65 % de las ejecuciones hipotecarias, según nos dice el INE, fueron por hipotecas constituidas entre el año 2005 y el año 2008; es decir, fueron las añadas de esos ejercicios los que de alguna forma en estos momentos están produciendo la mayoría de la mora.
Señorías, esta fue la situación que nos encontramos. Entonces, ¿cómo ha actuado el Gobierno? El Gobierno ha actuado en tres direcciones: en primer lugar, hemos actuado sobre aquellos deudores hipotecarios que se vieron golpeados por la crisis, por causas sobrevenidas. En segundo lugar, hemos tomado medidas para evitar que las malas prácticas que dieron lugar a estas hipotecas —que no tenían que haberse concedido o se tenían que haber concedido en condiciones diferentes— vuelvan a reproducirse en el futuro. Y en tercer lugar, lo más importante, lo fundamental, porque es la solución de verdad al problema de las ejecuciones hipotecarias, hemos puesto en marcha las políticas necesarias para que la economía española vuelva a crecer y vuelva a generarse empleo. Con este trimestre ya llevaremos seis trimestres de crecimiento económico y de generación de empleo, y hoy las perspectivas de la economía española son completamente diferentes a las que teníamos hace tres años.
Pero además este es el primer Gobierno que ha protegido a los deudores hipotecarios, fue el primero que tomó medidas concretas y efectivas, y todas las medidas que hemos tomado han permitido que más de 26 000 familias, gracias a las medidas del Gobierno, hayan encontrado una solución a su problema hipotecario. En primer lugar, en apenas tres meses desde que se llegó al Gobierno pusimos en marcha el Código de Buenas Prácticas, que establecía la posibilidad de reestructuración de deuda, negociar una quita o acogerse a la dación en pago. Pues bien, señoría, gracias a este código ya se han producido 10 000 reestructuraciones de deuda y 3000 daciones en pago. Y además lo que se ve es la evolución cada vez más positiva de estos datos, trimestre a trimestre mejoran las cifras, señoría, y eso es algo que supongo que a usted le debe llenar de alegría.
En segundo lugar, en enero del año 2013 el Gobierno, junto con la totalidad de las entidades financieras, constituyó un Fondo social de viviendas dotado con 6000 viviendas para aquellas personas que habían perdido su hogar como consecuencia de ejecuciones hipotecarias. Además, como usted ha indicado, en el mes de mayo instamos a la ampliación de las condiciones del fondo para dar una cobertura mayor a un número mayor de familias, a un colectivo más amplio de familias. Por un lado, se flexibilizaron los criterios personales y familiares para poder solicitar el alquiler social, incluyendo en el ámbito subjetivo a familias con hijos menores de edad, personas dependientes o con discapacidad, personas mayores prejubiladas o jubiladas que hayan avalado a sus hijos o a sus nietos y otras personas o familias con circunstancias de vulnerabilidad. Por otro lado, se ha abierto la posibilidad de que las personas cuya vivienda ya hubiera sido adjudicada puedan quedarse en ella mediante el pago de un alquiler reducido. Gracias a ello, más de 1400 familias han podido acceder ya a un alquiler social de entre 150 y 400 euros al mes. Además, les puedo anunciar que ya se está tramitando la prórroga por un año del convenio del fondo que, como saben, inicialmente finalizaba en enero del año próximo. Asimismo, también les anuncio que estamos estudiando la extensión del ámbito del fondo para cubrir situaciones excepcionales hasta ahora no recogidas. Usted critica que modifiquemos los criterios, aunque si no los modificáramos, evidentemente, los criticaría exactamente igual, pero desde luego lo que se va viendo es que en la práctica se aplica a aquellas familias que más lo necesitan y, por lo tanto, se van modificando los criterios que definen lo que es el colectivo elegible.
En tercer lugar, señorías, en noviembre del año 2012, el Gobierno aprobó un real decreto ley que establecía la suspensión de las ejecuciones hipotecarias para los colectivos más vulnerables. Posteriormente, la Ley de medidas para reforzar la protección a los deudores hipotecarios, de mayo de 2013, volvió a recoger la paralización de los lanzamientos. En ella se establecía un plazo de dos años desde su entrada en vigor y, por lo tanto, la suspensión de las ejecuciones hipotecarias se mantendrá vigente hasta mayo del próximo año 2015. En cualquier caso, también el Gobierno está estudiando ya en este momento —y yo ya lo anuncié— la posibilidad de alargarlo más allá de mayo del año próximo. Hasta el momento, señoría —y a usted esto le parecerá poco, pero no creo que sea así—, se han suspendido 12 000 lanzamientos hipotecarios. En definitiva, le reitero que las medidas adoptadas por el Gobierno han beneficiado a 26 000 familias; una cifra que demuestra que se han establecido soluciones efectivas y que ha sido una solución real para un problema que, lógicamente, es un problema grave.
Pero, además, señorías, junto a todas estas medidas, quiero mencionar el esfuerzo que se está haciendo a través de la Sociedad de Gestión de Activos, la conocida como Sareb. Sareb ha creado un parque de 2000 viviendas para cederlas temporalmente a las comunidades autónomas y que estas las utilicen en sus programas de alquiler asequible. Pues bien, a pesar de que se les ha ofrecido a todas las comunidades autónomas, señorías, únicamente ha firmado con Cataluña el primer acuerdo de cesión temporal de 600 viviendas y se está, en estos momentos, a punto de firmar otro acuerdo con Aragón.
Sin embargo, no nos hemos limitado únicamente a tomar medidas en relación con las necesidades de corto plazo de estas familias golpeadas por la crisis. Lo que hemos hecho también es evitar que se vuelva a reproducir el problema. El problema de un lanzamiento de una hipoteca, de la ejecución de una hipoteca, se produce, señoría, cuando se concede esa hipoteca y cuando esa hipoteca no se ha concedido en condiciones de transparencia, en condiciones adecuadas. Y, por lo tanto, hemos incorporado mejoras muy importantes en el mercado hipotecario al objeto de favorecer la transparencia, la información de comercialización y que estos productos financieros sean perfectamente conocidos por el deudor hipotecario, lo cual, en última instancia, redunda siempre en su protección. Déjeme citarle las más relevantes, que si, a lo mejor, las hubiéramos tenido en los años 2005, 2008, nos hubiéramos quitado muchos quebraderos de cabeza: hemos limitado los intereses de demora a tres veces el interés legal del dinero; hemos perfeccionado el régimen de venta extrajudicial de bienes hipotecados; hemos acotado el valor de la tasación para la subasta que no podrá ser inferior al 75 %; hemos reforzado la independencia de las tasadoras respecto a las entidades de crédito; hemos obligado a que en la escritura se incluya una expresión manuscrita del cliente manifestando que ha sido informado perfectamente de las cláusulas del préstamo. Todas estas medidas están generando mayor seguridad y una comercialización más responsable. Y, vuelvo a repetirle, los lanzamientos de hoy, los desahucios de hoy, son consecuencia de las políticas que vivimos entre los años 2005 y 2008, como indican los datos del INE.
Pero, sin duda, la solución al problema real es volver al crecimiento económico y a la generación de empleo. Le decía anteriormente que ya llevamos cinco trimestres de crecimiento económico —este será el sexto—, un año y medio, prácticamente. Desde que se inició la crisis en nuestro país, hasta mediados del 2011, todos los trimestres eran de crecimiento negativo y prácticamente todos de destrucción de empleo. Mantenemos, además, un crecimiento diferencial que se va a mantener en el futuro. Usted comentaba los datos del mercado laboral. Parece mentira. Los vuelvo a recordar. Según la última EPA se han creado 150 000 puestos de trabajo y en el tercer trimestre se ha reducido el número de parados en 200 000. En los últimos seis meses se han creado más de 550 000 empleos y el paro lleva seis trimestres consecutivos de caída. Asimismo, las afiliaciones a la Seguridad Social registran ya nueve meses continuados de subidas interanuales, con una tasa de crecimiento en la afiliación en torno al 2 %. Y lo mismo ocurre con el paro registrado. Y los datos que vamos a ir conociendo, señoría, van a ser positivos.
En definitiva, señoría, tenemos hoy una situación económica totalmente diferente a la que ustedes nos dejaron y que de haberse tomado una serie de medidas anteriormente hubieran evitado este drama, el drama de los desahucios.
Señorías —concluyo ya—, este Gobierno no solamente ha tenido que afrontar la peor crisis económica como consecuencia, en muchas ocasiones, de los errores de política económica previos de la historia reciente de España. Hemos tenido que dar solución a los problemas generados por la burbuja inmobiliaria que la crisis agravó. Un ejemplo evidente, señoría, que también es todo un continuo, todo está interrelacionado, lo encontramos también en el caso de las participaciones preferentes. Era exactamente lo mismo. Era la política de negación de la crisis. Era la política de no hacer ningún tipo de reestructuración. Pero, al final, la realidad se impone. Y ¿cómo se impuso? Las necesidades de capital de la banca se pidieron a los más débiles a través de las participaciones preferentes, sin ningún tipo de actuación por parte de las entidades supervisoras. Hoy, gracias a las medidas que hemos adoptado en relación con las participaciones preferentes, señoría, 350 000 ahorradores, a los cuales no se les debieron vender estas participaciones, han recuperado su ahorro y espero que usted se alegre de todo ello.
El caso hipotecario es similar. Parte del problema se debe a las prácticas erróneas que se aplicaron durante este tiempo y que efectivamente fueron consentidas desde el punto de vista de la supervisión. No se podía haber asumido el riesgo que se asumía en esos momentos. Pese a todo ello, la situación ahora es totalmente diferente. La economía española crece ya durante seis trimestres. Lo que estamos haciendo es impedir que estos comportamientos que nunca debieran haberse producido se reproduzcan en el futuro. Los frutos del crecimiento económico están ahí y espero y estoy convencido de que van a ser cada vez más flexibles. De todo ello tiene usted ya una indicación, y es que por primera vez desde el inicio de la crisis —lo verán ustedes en los datos que vamos a ir teniendo durante las próximas semanas— el crédito hipotecario vuelve a crecer después de cuatro años de estancamiento.
En definitiva, señorías, hemos conseguido un doble objetivo: en primer lugar, darle la vuelta a la crisis más profunda que ha vivido la sociedad española en su historia moderna y, en segundo lugar, dar una solución viable a aquellos que como consecuencia de la misma se vieron golpeados por la crisis y el desempleo.
Muchísimas gracias. (Aplausos).
El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, señor ministro.
Al amparo del artículo 87, tiene la palabra el senador interpelante por tiempo de cinco minutos.
El señor FERNÁNDEZ ORTEGA: Gracias, señor presidente.
Señorías, señor ministro, el debate hoy no era ni con el economista ni con el sociólogo para analizar cómo habíamos llegado a esta situación, sino que era fundamentalmente con el político, para saber qué medidas vamos a tomar para corregirla. En su exposición, además de contarme cómo hemos llegado hasta aquí, parece claramente orgulloso de lo que ha hecho y, al parecer, lo considera suficiente. A mí no me parece suficiente. Me pedía usted rigor en los datos. ¿No le he datos rigurosos? ¿No le he dado el número de hipotecas y desahucios según datos del Banco de España? ¿Quiere usted decir que está satisfecho con las medidas que ha adoptado, que no llegan ni al 10 % de los afectados? ¿Se da por satisfecho? ¿Quiere que sea ese el mensaje que vaya salir hoy de aquí? ¿Eso es lo que ha venido usted a decirme: ya hemos hecho todo lo que había que hacer? Como ya hay recuperación económica y España va bien de nuevo, todos felices. Hasta vamos a dar más hipotecas. Y, además, no se preocupen ustedes porque todos los problemas provenían de las hipotecas de 2005 a 2008. Pero si no se lo cree ni usted, señor ministro. ¿Qué pasa, que desde 2009, 2010, 2011, 2012, 2013 y 2014 no hay problemas? No tiene más que leer el informe del Banco de España o del INE y verá que sí. El problema no es cuándo se firmaron las hipotecas sino qué familias se quedan en paro y cuándo les llega el paro. Para eso no hay que estudiar mucho, solo hay que estar en la calle para escucharlo.
Señor ministro, no he venido a hablar con el economista, he venido a hablar con el político. Yo no estoy satisfecho con las medidas que han tomado ustedes. Si usted lo está creo que se equivoca gravemente, porque hay muchas familias que no encuentran amparo en el Gobierno, que empiezan a dudar de que este sea un Estado social y de derecho que les protege y se ocupa de ellos. Hay 100 000 familias que se han quedado sin vivienda y ustedes han cubierto solo el caso de 2000 de ellas, a quienes dan una vivienda de alquiler. ¿Ya está, ya ha hecho todo lo que tenía que hacer? ¿Le parece suficiente?
Usted ha dicho: hemos cambiado las condiciones del Fondo Social de Viviendas. Claro que las han cambiado, ¿pero cuánto tiempo han necesitado? ¿Cuántas veces hemos tenido que debatir con ustedes para que oigan, para que se quiten los tapones? En el mes de abril de este año le dije que dejara a los ciudadanos quedarse en la casa en donde vivían. En mayo lo cambiaron y le he felicitado por ello. Cómo me va a molestar, me parece bien que lo hagan, lo que me molesta es que tarden. Y ahora se lo estoy diciendo otra vez. No es suficiente lo que se ha hecho; hay mucha gente que no tiene ninguna ayuda; incluso, el plan de vivienda y alquiler que ustedes han hecho es una pantomima. ¿Quién va a poder acceder a esas ayudas al alquiler? Ustedes han dicho que una persona sola que gane más de 536 euros no tiene derecho a las ayudas. ¿Quién va a irse ganando menos de 536 euros para recibir sus ayudas? Pongan dinero para ayudar a la gente a pagar el alquiler, no lo dejen a la beneficencia de los bancos. Eso es lo que hemos querido hacer desde el Gobierno andaluz y eso es lo que le estoy pidiendo, señor ministro, al político. Le estoy preguntado de qué secretaría de Estado dependen los desahucios de su ministerio, con quién se está reuniendo usted para hablar, además de con los bancos. Es que tengo mucho interés en conocerlo. ¿Ha hablado usted con alguna plataforma? ¿Ha hablado usted con alguna organización social o con algún partido? ¿Le ha preguntado usted a Cáritas? ¿Me quiere decir la fecha en que se ha reunido con ellos? ¿Quiere poner sensibilidad social en su ministerio? Le ha tocado a usted. Ha dicho el señor Rajoy que este es un problema de los bancos y que lo tiene que llevar usted. Pues ocúpese de él. Dígame a quién pone para que se ocupe de ello.
Yo venía hoy a proponerle 10 medidas, pero incluso tiene usted a la defensora del pueblo de España diciéndole que haga cosas. Le dice al Gobierno que no desahucie a las familias. ¿Lo ha leído? ¿Lo sabía usted? ¿Se ocupa alguien en su ministerio de esas cosas? Porque la defensora del pueblo de España, a quien han puesto ustedes, les dice que digan a la Seguridad Social que no quite la vivienda a los autónomos que deben menos de 30 000 euros a la Seguridad Social. ¡Es que se la están quitando ustedes! Y es que además de hablar con el Banco de España hay que hablar con el Gobierno de España, señor ministro. ¿Se ha enterado usted de que eso está pasando en este país, que se lo está diciendo la defensora del pueblo? ¿O con que vaya a crecer el número de hipotecas que se dan en este país ya tenemos que estar felices? ¿A eso es a lo que hemos venido a esta Cámara hoy? Como la economía va bien, los problemas no existen. Si los medios no se ocupan, no existen; ¡500 000 personas han sido desahuciadas en este país, y esperan un Gobierno que se ocupe de ellos!
¿Dónde están las ayudas al alquiler? Desde que ustedes llegaron, no han dado ni una. ¿Lo saben, señorías? ¿Saben que no han dado ni una ayuda al alquiler? Y todos los días nos están diciendo que es su política favorita. ¡Ni una! Con la renta básica que había con el Gobierno socialista, 200 000 jóvenes tenían ayuda. Ustedes la han dejado en menos de 14 000 personas. ¿Pero qué están haciendo para ayudar a la gente?
¿Y viene usted a decirme que todo va bien y que tranquilo? No, señor ministro; tranquilo, no. Creo que hace falta un puntito de rebeldía, que hace falta que se pongan a hacer cosas de verdad, y que me diga quién se ocupa en su ministerio. Y si no tiene a nadie, ponga ya a alguien; se lo ha encargado el señor Rajoy, señor ministro. Póngase a trabajar en esto. Además de ir a Europa y hablar con los bancos, este también es un problema del que hay que ocuparse desde la política; no el economista ni el sociólogo, el político; el que no lo resuelve haciendo una cuenta en Excel, sino el que tiene corazón y se da cuenta de los problemas que tiene la gente, ese. Oiga usted a las organizaciones sociales, a Cáritas, a la defensora del pueblo si no quiere oír al Partido Socialista; o al papa hoy en el Parlamento Europeo. Oiga usted a quien le parezca, pero oigan. Quítense los tapones de los oídos. Hay un problema muy grave en este país, hay un problema que está generando una fractura social muy grave.
Hagan más cosas; las que han hecho son insuficientes, señor ministro, absolutamente insuficientes. Hay que hacer más y hay que tomar medidas que lleguen a más gente. No pongan límites que son absurdos. Porque, cuando los cambian, no me satisface decirles que me han dado la razón; no me satisface nada, porque el paso es muy pequeño. Usted ha venido aquí a decir que llevan tres años en el Gobierno y han ayudado a 26 000 familias, sumando todo lo que han podido hacer.
El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Termine, señoría
El señor FERNÁNDEZ ORTEGA: Enseguida termino.
¿Y qué son 26 000, frente a 240 000, 250 000 afectadas? ¿Le parece que ha hecho bastante, señor ministro? A mí, no. Pónganse a trabajar y escuchen a la gente.
Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos).
El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, señoría.
Cierra el debate, en nombre del Gobierno, el señor ministro de Economía y Competitividad.
El señor MINISTRO DE ECONOMÍA Y COMPETITIVIDAD (De Guindos Jurado): Gracias, señor presidente.
Señoría, como usted no puede agarrarse a los datos, lógicamente se agarra a la demagogia. No sé lo que tiene que ver el economista con el sociólogo y el político. Si alguien es político es un ministro del Gobierno. Y usted que lo sepa. Es decir, este es el primer Gobierno que ha tomado medidas importantes, que han afectado a 26 000 familias. Este número puede parecerle a lo mejor insuficiente, pero poco, no; 26 000 familias me merecen muchísimo muchísimo respeto, igual que también me merece muchísimo respeto el 94 % de las familias que cada mes —vuelvo a repetir— están pagando su hipoteca. Y espero que usted también lo tenga en consideración.
Por lo tanto, más que apelar a un discurso genérico, demagógico, etcétera, vamos a ver cuáles han sido las actuaciones. A lo mejor usted tiene un control y sabe con quién hablo y con quién no hablo, por eso dice quién se ocupa y quién no se ocupa. Señoría, sea un poco serio. Este Gobierno tomó medidas en febrero del año 2012; el primero. Nadie había tomado medidas nunca. Y vuelvo a insistir, ha tomado medidas en una triple dirección: en primer lugar, para cobertura de aquellos colectivos más vulnerables; en segundo lugar, para que no se reproduzcan las prácticas indeseables que sucedieron en el pasado; y en tercer lugar, para sacar a España de la crisis. El problema de las ejecuciones hipotecarias se solventará de verdad cuando el crecimiento económico sea más elevado y tengamos más generación de empleo.
Dice usted que no le cuente la historia del pasado. Claro, porque a usted no le interesa. ¡Pero contaré lo que me interese a mí! La combinación que efectivamente nos interesa es la combinación de malas prácticas desde el punto de vista hipotecario con la peor crisis inmobiliaria, financiera, económica y de empleo de este país. Y yo creo, señoría, que si mirase usted un poquito hacia atrás, a lo mejor tendría un planteamiento completamente distinto desde el punto de vista de la generación. Porque, se agravó la crisis y se agravó la crisis inmobiliaria. Y, le voy a dar un ejemplo, señoría; le voy a dar un ejemplo que usted seguramente conoce muy bien. Usted antes comentaba los datos del INE. En primer lugar, datos del INE del Banco de España: ¿sabe usted cuántas de las viviendas habituales ejecutadas judicialmente eran viviendas vacías? Datos del Banco de España, que es la autoridad: el 90 %. Primera cuestión para que la tenga usted en consideración.
En segundo lugar, le voy a poner el ejemplo de una entidad financiera que ha sido la que, en términos relativos, más dinero nos ha costado a los españoles, y que seguramente usted conoce, Cataluña Caixa. Le voy a dar una serie de datos. Se dieron préstamos por más de 1000 millones de euros cuando el préstamo que se concedía estaba por encima del 100 y del 120 % de la tasación de entonces. Se dieron hipotecas a titulares, de los que un 10 % no tenían ningún tipo de ingreso y un 55 % con ingresos netos inferiores a 20 000 euros. Cataluña Caixa, una caja de ahorros controlada por la Diputación de Barcelona, en manos del PSC, facilitó hipotecas en moneda extranjera —en yenes concretamente— que ascendían a más de 100 millones de euros. Por todo ello, señoría, no es de extrañar que esa cartera hipotecaria, que ha llevado al mayor agujero de una entidad en términos relativos en nuestro país y al mayor rescate, también en términos relativos, tenga en estos momentos la mora para hipotecas individuales por encima del 60 %, señoría; 10 veces más que la media existente en nuestro país. Por lo tanto, señoría, déjese usted de demagogias.
En cuanto a la actuación concreta y específica del Gobierno, estoy dispuesto a analizar los criterios de elegibilidad. Por supuesto que hemos ido cambiando, pero, por favor, lecciones en este tema, ni media. No tomaron ustedes ningún tipo de medidas para proteger a los colectivos que eran realmente vulnerables; se profundizó en la ausencia de una política prudencial en la concesión de hipotecas, y ha tenido que venir este Gobierno para solucionar los problemas, igual que pasó con las preferentes, de las que usted no me ha dicho nada. Todo esto es un continuo, como le decía anteriormente: las preferentes, las hipotecas, las malas prácticas, desde el punto de vista de la actuación; y, desde luego, se reestructuró el sistema bancario español para que en estos momentos, con la recuperación económica, vuelva a haber crédito hipotecario disponible para las familias españolas, que no lo ha habido en los últimos cuatro años.
Muchas gracias. (Aplausos).

El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Muchas gracias, señor ministro.