En el pleno del Senado del pasado día 25 de noviembre mi compañero, senador socialista por Granada, Juan Manuel Fernández Ortega formuló al ministro de economía una interpelación sobre el grave problema de los desahucios de la vivienda habitual: los bancos se han quedado, en dos años y medio, con 120 988 viviendas, de las cuales 97 577 son viviendas habituales, según el último informe del Banco de España.
Sin embargo, en lugar de hablar de la dimensión social del problema -parece que alguien haya decretado que los desahucios dejen de ser noticias en los medios de comunicación- se habló de los escaños vacíos en el hemiciclo.
Sin lugar a dudas son dos asuntos importantes y diferentes, la desafección política y los motivos que generan y la pérdida de la vivienda habitual.
Me parece justo, por respeto al trabajo realizado por el compañero Juan Manuel, centrarme en el problema de los desahucios y dar difusión desde esta página al debate íntegro que se produjo en el Pleno del Senado y que refleja en toda su dimensión el problema de las personas que cada día siguen perdiendo su vivienda habitual.
Me parece justo, por respeto al trabajo realizado por el compañero Juan Manuel, centrarme en el problema de los desahucios y dar difusión desde esta página al debate íntegro que se produjo en el Pleno del Senado y que refleja en toda su dimensión el problema de las personas que cada día siguen perdiendo su vivienda habitual.
Este es el enlace a la literalidad del debate recogida en el Diario de Sesiones del Senado
INTERPELACIÓN
SOBRE LOS RESULTADOS DE LA APLICACIÓN DE LA LEY 1/2013, DE 14 DE MAYO, DE
MEDIDAS PARA REFORZAR LA PROTECCIÓN A LOS DEUDORES HIPOTECARIOS,
REESTRUCTURACIÓN DE DEUDA Y ALQUILER SOCIAL.
(Núm. exp. 670/000158)
AUTOR:
JUAN MANUEL FERNÁNDEZ ORTEGA (GPS)
El señor presidente da lectura a los
puntos 3. y 3.1.
El señor PRESIDENTE: Para exponer la
interpelación, tiene la palabra el senador Fernández Ortega.
El señor FERNÁNDEZ ORTEGA: Gracias, señor
presidente.
Señorías, señor ministro, 500 000 personas
han vivido el desahucio de su vivienda habitual desde que usted llegó al
Gobierno, desde el año 2012, y lo peor es que hay otras 500 000 en la sala de
espera, esperando a que les toque la ejecución de ese desahucio; o puede que
aún más. (El señor vicepresidente, Lucas Giménez, ocupa la Presidencia).
El sufrimiento en silencio de ese millón
de personas, señor ministro, es atronador. Ese dolor creo que hace temblar la
democracia. Esas familias están dejando de creer que somos un Estado social y
de derecho. Los afectados y sus familias se sienten abandonados por el sistema,
excluidos de la protección del Estado. Y esos sentimientos no se pueden
encapsular, señor ministro, no se los van a tomar solo ellos en cápsulas para
sus familias. Eso se va a trasmitir a toda la sociedad; se está trasmitiendo y
está zarandeando el sistema.
Su Gobierno, señor ministro, está
cambiando el contrato social por un contrato mercantil, donde cada uno va a
poder tener lo que sea capaz de pagarse o lo que la beneficencia le pueda dar.
Eso es lo que ustedes están promocionando desde el Gobierno. La desesperación y
la sensación de injusticia inundan a quien ha trabajado honestamente toda la
vida y por motivos ajenos a su voluntad, por haber entrado en el paro, va a
perder su vivienda y a sentir también que pierde parte de su dignidad, y además
sufriendo un dolor muy fuerte porque ve el sufrimiento de su familia, que le
acompaña en ese desahucio.
Señor ministro, le propongo que hablemos
en serio y que actuemos, en consecuencia, honestamente. Creo que todos podemos
compartir que la crisis ha generado miedo en la ciudadanía, un miedo que ha
calado profundamente y que está dejando una honda huella en toda la gente, en
quien es desahuciado y en quien no. Además, esto está produciendo una grave
fractura social.
Estamos en un escenario de crisis que
describe con dureza algunas cifras y que usted, como ministro de Economía,
conoce o debería tener encima de la mesa del despacho todos los días para que
le hagan reflexionar en cada decisión que toma y medite bien cada medida que
adopta su Gobierno. Hay 800 000 empleos menos desde el inicio de la
legislatura; hay 400 000 jóvenes que se han visto forzados a la emigración; hay
más paro que en el año 2011 —según la EPA, 5 427 700 parados—; hay 1 789 000
hogares con todos sus miembros en paro; y hay 728 500 hogares sin ingresos. Con
su Gobierno hay menos empleo, más paro, peores sueldos, menor tasa de cobertura
para el desempleo; en conclusión, mayor desigualdad social.
Señor ministro, la tasa de cobertura ha
pasado del 70 % en 2011 al 51 % para los parados y las prestaciones, a partir
del sexto mes, las han bajado aún más, del 60 al 50 %. Hay más parados y las
ayudas del Estado son más pequeñas. Hay un aumento muy importante de la
desigualdad en nuestro país. La masa salarial disminuyó con la crisis de los
años 2008 a 2011 en 11 000 millones para los trabajadores y en 11 200 en los
beneficios empresariales, pero con su Gobierno, desde el año 2012 hasta ahora,
la masa salarial de los trabajadores ha disminuido en 45 000 millones, mientras
que los beneficios empresariales han crecido en 16 000. Está claro que su
acción de gobierno no es inocua. Lo que ustedes hacen, señorías del Partido
Popular, produce más desigualdad en nuestro país y más división social. Hoy,
como última cifra, señor ministro, le puedo decir que el 51 % de los empleos
son ya a tiempo parcial y en precario, y en esas condiciones que he descrito
los desahucios se producen por miles.
Señor ministro, el problema de los
desahucios existe, lo reflejen o no lo reflejen los medios, porque últimamente
asistimos a que solo y excepcionalmente, en casos muy puntuales, se habla de
este asunto. Estamos en un nivel de 100 desahucios al día. La gente nos pide
soluciones a los políticos, a la política, al Gobierno, pero lo que han
encontrado en el Gobierno es un parche de mala calidad elaborado por un Partido
Popular en exclusiva utilizando su rodillo en lugar de dar una solución digna a
las familias.
Expondré algunos datos que también
conviene tener en cuenta a la hora de valorar el problema. El último informe
del Banco de España, del primer semestre de 2014, agrega ya 97 577 desahucios
por los bancos. Me refiero a vivienda habitual, porque a usted le gusta
distinguir si es vivienda habitual o no. Yo le doy la cifra de vivienda
habitual, de familias con nombres y apellidos que han dado su vivienda al
banco. Con el informe del Banco de España, repito, son 97 577. Fíjese en que
los bancos se han quedado, en dos años y medio, con 120 988 viviendas, de las
cuales 97 577 son viviendas habituales. Es un informe del Banco de España. Es
el 80 %, y usted en sus argumentaciones siempre dice que no debemos
preocuparnos porque no es la vivienda habitual, pero sí lo es. Los bancos se
están quedando con las casas de las familias y la gente tiene que buscar dónde
vivir. No neguemos más el problema porque, si no, no podremos abordar la
solución.
Fíjese en que hay más de 20 000 entregas
judiciales al año, pero apenas el 10 % se producen con las familias dentro,
pero eso no es mérito de la política del Gobierno, sino porque las familias
tienen hijos y no quieren que pasen por la experiencia traumática de que la
policía los eche a la calle.
Creo que el problema se agrava, aún más si
cabe, con el silencio, porque además de ser muy grave y de que esté inundando
nuestra sociedad, está siendo silenciado. Como decía, emerge puntualmente en
casos muy simbólicos, como el de Carmen, la vecina de 85 años, de Vallecas,
pero no se habla del día a día, de esos 100 desahucios diarios que se están
produciendo, de 100 familias al día que silenciosamente tienen que buscar dónde
vivir, con sus familias, con vecinos, con allegados o irse de alquiler sin
poder pagarlo. No encuentran apoyo en el Estado.
El INE en su último informe da 9611
viviendas habituales en las que se ha iniciado la ejecución hipotecaria y que
han sido inscritas. Eso supone que nos estamos yendo al orden de 38 000
viviendas en las que se inicia la ejecución hipotecaria al año. Esto quiere
decir, señoría, que el problema no se está terminando aunque lleve tres años
gobernando el Partido Popular, aunque hayan hecho leyes que se supone que
protegían al deudor, porque ese nombre le pusieron, la verdad es que nada ha
cambiado, nada ha mejorado, nos queda problema para mucho tiempo. Se lo he
dicho al principio: 500 000 personas han tenido que pasar por ese escenario del
desahucio y todavía quedan muchas más. Este año 38 000 familias han empezado a
tener esa preocupación al saber que su vivienda va a ser desahuciada, al saber
que van a tener que abandonar su hogar. Además, las cifras tienen que
preocuparnos cuando lo que dicen los informes del INE es que en este trimestre
hay una subida de un 1,5 % en el inicio de ejecuciones hipotecarias y en el
aumento anual del 8 %. Es decir, señorías del Grupo Parlamentario Popular, con
su Gobierno el problema de los desahucios no deja de crecer aunque no hablemos
de él y aunque se intente ocultar por todos los medios que eso está latente en
la sociedad. En tres años los bancos se habrán quedado 120 000 viviendas desde
que ustedes gobiernan; 500 000 personas habrán sufrido el desahucio. Y hablando
de sufrimiento, a la desesperación que produce el paro —es el primer elemento
que lleva al desahucio— hay que sumar el dolor de ver el sufrimiento de los
hijos saliendo de casa. Fíjense ustedes, señorías, que el 63,4 % de las
ejecuciones hipotecarias corresponden a hipotecas firmadas entre los años 2005
y 2008, unos años que nos hacen suponer que se trata de familias jóvenes que
probablemente habrán tenido hijos pequeños hasta ahora. Es un 63,4 % de las
ejecuciones hipotecarias que se inician; son datos oficiales, no del Partido
Socialista. Y hay que añadir el sufrimiento que supone cambiar de domicilio.
Señor ministro, en abril de este año le pregunté, e incluso le llamé la
atención al respecto, por qué se obligaba a la gente que era desahuciada a ir a
otro banco para pedir una vivienda. Pero he visto al final que parece que algo
de lo que decimos se ha escuchado, y al menos en ese sentido el Fondo Social de
Viviendas cambió las condiciones un mes después.
Decía que hay que sumar también el dolor
de las personas mayores que avalaron a sus hijos o a sus nietos y han perdido
los ahorros de toda su vida. Y a la hora de legislar, a la hora de tomar
medidas desde la política tengamos en cuenta el sufrimiento de la espera. Puede
que haya 100 000 familias esperando que les toque también a ellos el desahucio
y que saben que más pronto que tarde acabará llegándoles una orden judicial
para que abandonen su vivienda. Y en algunos casos, tienen que verse obligados
a repetir el desahucio porque aunque se vayan de alquiler después no pueden
pagarlo y también tienen que irse.
En este escenario la sociedad ha
reaccionado exigiéndonos medidas políticas, cambios legales. Los jueces, los
policías y los bomberos nos pedían esos cambios a la vez que ellos demostraban
sensibilidad, preocupación y pedían más dignidad. Los bancos optaron por tapar
el problema social, por ahogar el grito, y acudieron a la beneficencia y al
voluntarismo. Pero, ¿qué hacemos los políticos, señor ministro? En este caso
solo la mayoría absoluta que ustedes tienen, su rodillo, es el que tiene
capacidad de tomar decisiones y por eso nos vetan todas las propuestas que les
hacemos. Y su principal ocupación, como el nombre de su ministerio, es la
economía. Por tanto, para ustedes los desahucios son un problema económico. Por
cierto, no sé de qué secretaría de Estado cuelgan ustedes el problema de los
desahucios. No sé si lo cuelga usted en su ministerio de la de Economía y Apoyo
a la Empresa, de la de Comercio o de la de Investigación, Desarrollo e
Innovación. Creo que seguramente en alguna de estas lo tendrá usted encajado
porque pienso que habrá un departamento completo dedicado a este gran problema
social. Espero, señor ministro, que ahora me diga de quién depende, a qué
secretario de Estado me tengo que dirigir cuando haya que hablar de desahucios
y a quién le tengo que preguntar con qué organizaciones de afectados se está
reuniendo para abordar este problema dentro de su ministerio puesto que usted
es el ministro interlocutor del tema de los desahucios.
Y fíjese el éxito que han tenido sus
medidas, las medidas del Partido Popular. Nos decían que en su Código de Buenas
Prácticas estaba contemplada la dación en pago, pero resulta que la dación en
pago llega a 2100 familias, ese fue el último dato que usted nos dio, 2100 las
familias que han podido acudir a la dación en pago.
Señor ministro, 34 113 familias, según el
Banco de España, desde que ustedes gobiernan se han acogido a la dación en
pago. ¿Usted cree que sirve para algo una medida que ha adoptado el Gobierno,
que nos vendieron como un gran avance, cuando solo el 6 % de las daciones en
pago se han acogido a esa medida? ¿Usted cree que alguna de esas daciones en
pago no se hubiera producido sin su ley? Y esto hace inútil la ley que
promulgaron. No sirve para nada. Porque lo que se ha hecho, se hubiera hecho
con ley o sin ley del Partido Popular. Ustedes hablaban de reestructuración de
la deuda. Usted anunciaba que se habían producido 6500 gracias a la ley del
Partido Popular. Yo solo le puedo poner un ejemplo, porque no hay datos del
conjunto de España, pero el ejemplo es demoledor. En palabras del presidente
del Banco de Santander, ya fallecido, a primeros de este año solo el Banco de
Santander había reestructurado 20 000 hipotecas. La ley del Partido Popular es
inútil. Las reestructuraciones que se hicieron con la ley, se hubieran hecho
sin ella. Ustedes no han hecho nada. Han hecho un paripé. Y tenemos 1 millón de
personas que han pasado o van a pasar por el desahucio. Tomemos medidas,
sentémonos y acordemos cosas que sirvan para la gente. No hagamos aquí cosas
inútiles, pues, al final, la gente dice que el Estado social y de derecho se
está resquebrajando porque los políticos no estamos dando la cara. Y, en este
caso, quien no da la cara es el Partido Popular y el Gobierno. Al final, el
tiempo nos acaba dando la razón.
Como he dicho antes, la comisión de
seguimiento modificó, rebajando voluntariamente, eso sí, en el Fondo social de
viviendas, las condiciones de acceso, porque era un fondo inútil. Usted ha
tenido que ir anunciando, prácticamente, cada contrato que se firmaba, como un
logro. Si después de dos años hablaba usted de que había menos de 1000
contratos firmados. Si ni siquiera se firmaba el 25 % de las adjudicaciones que
hacían ustedes. Si es que usted ha tenido que transitar un camino de fracasos,
dando explicaciones que quedaban ridículas en boca de un ministro de España.
Asuman que es un error, un fracaso, y pónganse a trabajar o escuchen a quienes
estamos dispuestos a hacer propuestas para mejorar las condiciones de vida de
la gente.
Ahora dicen ustedes que los desahuciados
ya se pueden quedar en sus casas. Eso es lo que han acordado en la comisión de
seguimiento. Pero es que una semana antes, usted me dijo aquí que había que recurrir
ante el Constitucional la ley andaluza que preveía que se quedaran en sus
casas, porque dicha ley quebraba el sistema bancario. ¡Pero qué disparate
estaban ustedes diciendo, solo para buscar la confrontación con el Partido
Socialista, para decir que las medidas que ponía el Partido Socialista en
marcha no servían! ¡Para eso solamente! Y, sin embargo, un mes después, lo
pactan con los bancos, en lugar de tres años, dos más uno, y entonces es una
medida válida. Eso sí, voluntaria.
El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez):
Señoría, por favor, vaya finalizando.
El señor FERNÁNDEZ ORTEGA: Enseguida
termino.
Tenemos que dejarnos de voluntarismos. Yo
le he dicho aquí que hablemos en serio de los desahucios y después le propondré
medidas en serio. Quiero que hablemos en serio. Los ciudadanos lo necesitan.
Hagamos cosas que sirvan, señor ministro.
Muchas gracias, señorías, señor
presidente. (Aplausos).
El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez):
Gracias, señoría.
Para contestar la interpelación, en nombre
del Gobierno, tiene la palabra el señor ministro de Economía y Competitividad.
El señor MINISTRO DE ECONOMÍA Y
COMPETITIVIDAD (De Guindos Jurado): Muchas gracias, presidente.
Señorías, creo que este es un debate que
se tiene que abordar desde el rigor de los datos. Voy a darles, simplemente,
una serie de datos. En primer lugar, el sistema hipotecario español es el que
ha permitido que, prácticamente, un 80 % de los españoles tengan una vivienda
en propiedad. Es una de las cifras más elevadas de la zona euro, ya que la
media en esta zona está en el 65 %. Es cierto que hace unos años estaba algo
por encima, en el 90 %, y, en estos momentos, en el 80 %. Por lo tanto, tenemos
un sistema hipotecario que, en términos generales, ha funcionado y ha permitido
el acceso a la vivienda a millones de españoles.
En segundo lugar, también es importante
recordar que el 94 % de los españoles hace frente a su hipoteca regularmente.
Tenemos una tasa de mora que ha crecido durante la crisis, pasando del 1 al 6
%, pero que sigue siendo del 6 %, es decir, hay un 94 % de deudores
hipotecarios que, mes a mes, hacen frente a sus obligaciones hipotecarias y
hemos llegado a un 6 %, que, además, está empezando a reducirse, lo cual es un
indicador de la salida de la crisis de España.
Pero lo básico es, por tanto, centrarnos
en analizar las causas que han llevado a ese 6 % de mora y hacer que,
efectivamente, no se vuelvan a repetir los errores del pasado y actuar sobre el
6 %, que ha sido de alguna forma golpeado como consecuencia de la crisis.
Señorías, la crisis de España se
caracterizó por un endeudamiento del sector privado debido al crecimiento
exponencial del crédito inmobiliario, y le voy a dar una serie de ejemplos,
señoría. Durante el período 2003-2009 el crédito al sector privado se multiplicó
por 2,5, pasando de 800 000 millones a prácticamente 2 billones de euros.
Asimismo, en tres años, desde 2003 a 2006, el número de hipotecas individuales
aumentó en más de un 35 %. Además, en los años previos a la crisis la tasa de
crecimiento de crédito nuevo en hipotecas de hogares se situaba en el entorno
del 20 %. Señorías, teníamos una burbuja hipotecaria unida a la crisis
económica más severa de las últimas décadas, lo cual, junto a la destrucción de
empleo, ha llevado a que nos encontremos con la situación de que tenemos una
tasa de mora, como decía anteriormente, del 6 %. Muestra de ello —y usted lo
decía y, por lo tanto, es algo que le debería hacer reflexionar porque,
lógicamente, en esa época tenían ustedes obligaciones de gobierno— es que cerca
del 65 % de las ejecuciones hipotecarias, según nos dice el INE, fueron por
hipotecas constituidas entre el año 2005 y el año 2008; es decir, fueron las
añadas de esos ejercicios los que de alguna forma en estos momentos están
produciendo la mayoría de la mora.
Señorías, esta fue la situación que nos
encontramos. Entonces, ¿cómo ha actuado el Gobierno? El Gobierno ha actuado en
tres direcciones: en primer lugar, hemos actuado sobre aquellos deudores
hipotecarios que se vieron golpeados por la crisis, por causas sobrevenidas. En
segundo lugar, hemos tomado medidas para evitar que las malas prácticas que
dieron lugar a estas hipotecas —que no tenían que haberse concedido o se tenían
que haber concedido en condiciones diferentes— vuelvan a reproducirse en el
futuro. Y en tercer lugar, lo más importante, lo fundamental, porque es la
solución de verdad al problema de las ejecuciones hipotecarias, hemos puesto en
marcha las políticas necesarias para que la economía española vuelva a crecer y
vuelva a generarse empleo. Con este trimestre ya llevaremos seis trimestres de
crecimiento económico y de generación de empleo, y hoy las perspectivas de la
economía española son completamente diferentes a las que teníamos hace tres
años.
Pero además este es el primer Gobierno que
ha protegido a los deudores hipotecarios, fue el primero que tomó medidas
concretas y efectivas, y todas las medidas que hemos tomado han permitido que
más de 26 000 familias, gracias a las medidas del Gobierno, hayan encontrado
una solución a su problema hipotecario. En primer lugar, en apenas tres meses
desde que se llegó al Gobierno pusimos en marcha el Código de Buenas Prácticas,
que establecía la posibilidad de reestructuración de deuda, negociar una quita
o acogerse a la dación en pago. Pues bien, señoría, gracias a este código ya se
han producido 10 000 reestructuraciones de deuda y 3000 daciones en pago. Y
además lo que se ve es la evolución cada vez más positiva de estos datos,
trimestre a trimestre mejoran las cifras, señoría, y eso es algo que supongo
que a usted le debe llenar de alegría.
En segundo lugar, en enero del año 2013 el
Gobierno, junto con la totalidad de las entidades financieras, constituyó un
Fondo social de viviendas dotado con 6000 viviendas para aquellas personas que
habían perdido su hogar como consecuencia de ejecuciones hipotecarias. Además,
como usted ha indicado, en el mes de mayo instamos a la ampliación de las
condiciones del fondo para dar una cobertura mayor a un número mayor de
familias, a un colectivo más amplio de familias. Por un lado, se flexibilizaron
los criterios personales y familiares para poder solicitar el alquiler social,
incluyendo en el ámbito subjetivo a familias con hijos menores de edad,
personas dependientes o con discapacidad, personas mayores prejubiladas o
jubiladas que hayan avalado a sus hijos o a sus nietos y otras personas o
familias con circunstancias de vulnerabilidad. Por otro lado, se ha abierto la
posibilidad de que las personas cuya vivienda ya hubiera sido adjudicada puedan
quedarse en ella mediante el pago de un alquiler reducido. Gracias a ello, más
de 1400 familias han podido acceder ya a un alquiler social de entre 150 y 400
euros al mes. Además, les puedo anunciar que ya se está tramitando la prórroga
por un año del convenio del fondo que, como saben, inicialmente finalizaba en
enero del año próximo. Asimismo, también les anuncio que estamos estudiando la
extensión del ámbito del fondo para cubrir situaciones excepcionales hasta
ahora no recogidas. Usted critica que modifiquemos los criterios, aunque si no
los modificáramos, evidentemente, los criticaría exactamente igual, pero desde
luego lo que se va viendo es que en la práctica se aplica a aquellas familias
que más lo necesitan y, por lo tanto, se van modificando los criterios que
definen lo que es el colectivo elegible.
En tercer lugar, señorías, en noviembre
del año 2012, el Gobierno aprobó un real decreto ley que establecía la
suspensión de las ejecuciones hipotecarias para los colectivos más vulnerables.
Posteriormente, la Ley de medidas para reforzar la protección a los deudores
hipotecarios, de mayo de 2013, volvió a recoger la paralización de los
lanzamientos. En ella se establecía un plazo de dos años desde su entrada en
vigor y, por lo tanto, la suspensión de las ejecuciones hipotecarias se
mantendrá vigente hasta mayo del próximo año 2015. En cualquier caso, también
el Gobierno está estudiando ya en este momento —y yo ya lo anuncié— la posibilidad
de alargarlo más allá de mayo del año próximo. Hasta el momento, señoría —y a
usted esto le parecerá poco, pero no creo que sea así—, se han suspendido 12
000 lanzamientos hipotecarios. En definitiva, le reitero que las medidas
adoptadas por el Gobierno han beneficiado a 26 000 familias; una cifra que
demuestra que se han establecido soluciones efectivas y que ha sido una
solución real para un problema que, lógicamente, es un problema grave.
Pero, además, señorías, junto a todas
estas medidas, quiero mencionar el esfuerzo que se está haciendo a través de la
Sociedad de Gestión de Activos, la conocida como Sareb. Sareb ha creado un
parque de 2000 viviendas para cederlas temporalmente a las comunidades
autónomas y que estas las utilicen en sus programas de alquiler asequible. Pues
bien, a pesar de que se les ha ofrecido a todas las comunidades autónomas,
señorías, únicamente ha firmado con Cataluña el primer acuerdo de cesión
temporal de 600 viviendas y se está, en estos momentos, a punto de firmar otro
acuerdo con Aragón.
Sin embargo, no nos hemos limitado
únicamente a tomar medidas en relación con las necesidades de corto plazo de
estas familias golpeadas por la crisis. Lo que hemos hecho también es evitar
que se vuelva a reproducir el problema. El problema de un lanzamiento de una
hipoteca, de la ejecución de una hipoteca, se produce, señoría, cuando se
concede esa hipoteca y cuando esa hipoteca no se ha concedido en condiciones de
transparencia, en condiciones adecuadas. Y, por lo tanto, hemos incorporado
mejoras muy importantes en el mercado hipotecario al objeto de favorecer la
transparencia, la información de comercialización y que estos productos
financieros sean perfectamente conocidos por el deudor hipotecario, lo cual, en
última instancia, redunda siempre en su protección. Déjeme citarle las más
relevantes, que si, a lo mejor, las hubiéramos tenido en los años 2005, 2008,
nos hubiéramos quitado muchos quebraderos de cabeza: hemos limitado los
intereses de demora a tres veces el interés legal del dinero; hemos
perfeccionado el régimen de venta extrajudicial de bienes hipotecados; hemos
acotado el valor de la tasación para la subasta que no podrá ser inferior al 75
%; hemos reforzado la independencia de las tasadoras respecto a las entidades
de crédito; hemos obligado a que en la escritura se incluya una expresión
manuscrita del cliente manifestando que ha sido informado perfectamente de las
cláusulas del préstamo. Todas estas medidas están generando mayor seguridad y
una comercialización más responsable. Y, vuelvo a repetirle, los lanzamientos
de hoy, los desahucios de hoy, son consecuencia de las políticas que vivimos
entre los años 2005 y 2008, como indican los datos del INE.
Pero, sin duda, la solución al problema
real es volver al crecimiento económico y a la generación de empleo. Le decía
anteriormente que ya llevamos cinco trimestres de crecimiento económico —este
será el sexto—, un año y medio, prácticamente. Desde que se inició la crisis en
nuestro país, hasta mediados del 2011, todos los trimestres eran de crecimiento
negativo y prácticamente todos de destrucción de empleo. Mantenemos, además, un
crecimiento diferencial que se va a mantener en el futuro. Usted comentaba los
datos del mercado laboral. Parece mentira. Los vuelvo a recordar. Según la
última EPA se han creado 150 000 puestos de trabajo y en el tercer trimestre se
ha reducido el número de parados en 200 000. En los últimos seis meses se han
creado más de 550 000 empleos y el paro lleva seis trimestres consecutivos de
caída. Asimismo, las afiliaciones a la Seguridad Social registran ya nueve
meses continuados de subidas interanuales, con una tasa de crecimiento en la
afiliación en torno al 2 %. Y lo mismo ocurre con el paro registrado. Y los
datos que vamos a ir conociendo, señoría, van a ser positivos.
En definitiva, señoría, tenemos hoy una
situación económica totalmente diferente a la que ustedes nos dejaron y que de
haberse tomado una serie de medidas anteriormente hubieran evitado este drama,
el drama de los desahucios.
Señorías —concluyo ya—, este Gobierno no
solamente ha tenido que afrontar la peor crisis económica como consecuencia, en
muchas ocasiones, de los errores de política económica previos de la historia
reciente de España. Hemos tenido que dar solución a los problemas generados por
la burbuja inmobiliaria que la crisis agravó. Un ejemplo evidente, señoría, que
también es todo un continuo, todo está interrelacionado, lo encontramos también
en el caso de las participaciones preferentes. Era exactamente lo mismo. Era la
política de negación de la crisis. Era la política de no hacer ningún tipo de
reestructuración. Pero, al final, la realidad se impone. Y ¿cómo se impuso? Las
necesidades de capital de la banca se pidieron a los más débiles a través de
las participaciones preferentes, sin ningún tipo de actuación por parte de las
entidades supervisoras. Hoy, gracias a las medidas que hemos adoptado en relación
con las participaciones preferentes, señoría, 350 000 ahorradores, a los cuales
no se les debieron vender estas participaciones, han recuperado su ahorro y
espero que usted se alegre de todo ello.
El caso hipotecario es similar. Parte del
problema se debe a las prácticas erróneas que se aplicaron durante este tiempo
y que efectivamente fueron consentidas desde el punto de vista de la
supervisión. No se podía haber asumido el riesgo que se asumía en esos momentos.
Pese a todo ello, la situación ahora es totalmente diferente. La economía
española crece ya durante seis trimestres. Lo que estamos haciendo es impedir
que estos comportamientos que nunca debieran haberse producido se reproduzcan
en el futuro. Los frutos del crecimiento económico están ahí y espero y estoy
convencido de que van a ser cada vez más flexibles. De todo ello tiene usted ya
una indicación, y es que por primera vez desde el inicio de la crisis —lo verán
ustedes en los datos que vamos a ir teniendo durante las próximas semanas— el
crédito hipotecario vuelve a crecer después de cuatro años de estancamiento.
En definitiva, señorías, hemos conseguido
un doble objetivo: en primer lugar, darle la vuelta a la crisis más profunda
que ha vivido la sociedad española en su historia moderna y, en segundo lugar,
dar una solución viable a aquellos que como consecuencia de la misma se vieron
golpeados por la crisis y el desempleo.
Muchísimas gracias. (Aplausos).
El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez):
Gracias, señor ministro.
Al amparo del artículo 87, tiene la
palabra el senador interpelante por tiempo de cinco minutos.
El señor FERNÁNDEZ ORTEGA: Gracias, señor
presidente.
Señorías, señor ministro, el debate hoy no
era ni con el economista ni con el sociólogo para analizar cómo habíamos
llegado a esta situación, sino que era fundamentalmente con el político, para
saber qué medidas vamos a tomar para corregirla. En su exposición, además de
contarme cómo hemos llegado hasta aquí, parece claramente orgulloso de lo que
ha hecho y, al parecer, lo considera suficiente. A mí no me parece suficiente.
Me pedía usted rigor en los datos. ¿No le he datos rigurosos? ¿No le he dado el
número de hipotecas y desahucios según datos del Banco de España? ¿Quiere usted
decir que está satisfecho con las medidas que ha adoptado, que no llegan ni al
10 % de los afectados? ¿Se da por satisfecho? ¿Quiere que sea ese el mensaje
que vaya salir hoy de aquí? ¿Eso es lo que ha venido usted a decirme: ya hemos
hecho todo lo que había que hacer? Como ya hay recuperación económica y España
va bien de nuevo, todos felices. Hasta vamos a dar más hipotecas. Y, además, no
se preocupen ustedes porque todos los problemas provenían de las hipotecas de
2005 a 2008. Pero si no se lo cree ni usted, señor ministro. ¿Qué pasa, que
desde 2009, 2010, 2011, 2012, 2013 y 2014 no hay problemas? No tiene más que
leer el informe del Banco de España o del INE y verá que sí. El problema no es
cuándo se firmaron las hipotecas sino qué familias se quedan en paro y cuándo
les llega el paro. Para eso no hay que estudiar mucho, solo hay que estar en la
calle para escucharlo.
Señor ministro, no he venido a hablar con
el economista, he venido a hablar con el político. Yo no estoy satisfecho con
las medidas que han tomado ustedes. Si usted lo está creo que se equivoca
gravemente, porque hay muchas familias que no encuentran amparo en el Gobierno,
que empiezan a dudar de que este sea un Estado social y de derecho que les
protege y se ocupa de ellos. Hay 100 000 familias que se han quedado sin
vivienda y ustedes han cubierto solo el caso de 2000 de ellas, a quienes dan
una vivienda de alquiler. ¿Ya está, ya ha hecho todo lo que tenía que hacer?
¿Le parece suficiente?
Usted ha dicho: hemos cambiado las
condiciones del Fondo Social de Viviendas. Claro que las han cambiado, ¿pero
cuánto tiempo han necesitado? ¿Cuántas veces hemos tenido que debatir con
ustedes para que oigan, para que se quiten los tapones? En el mes de abril de
este año le dije que dejara a los ciudadanos quedarse en la casa en donde
vivían. En mayo lo cambiaron y le he felicitado por ello. Cómo me va a
molestar, me parece bien que lo hagan, lo que me molesta es que tarden. Y ahora
se lo estoy diciendo otra vez. No es suficiente lo que se ha hecho; hay mucha
gente que no tiene ninguna ayuda; incluso, el plan de vivienda y alquiler que
ustedes han hecho es una pantomima. ¿Quién va a poder acceder a esas ayudas al
alquiler? Ustedes han dicho que una persona sola que gane más de 536 euros no
tiene derecho a las ayudas. ¿Quién va a irse ganando menos de 536 euros para
recibir sus ayudas? Pongan dinero para ayudar a la gente a pagar el alquiler,
no lo dejen a la beneficencia de los bancos. Eso es lo que hemos querido hacer
desde el Gobierno andaluz y eso es lo que le estoy pidiendo, señor ministro, al
político. Le estoy preguntado de qué secretaría de Estado dependen los
desahucios de su ministerio, con quién se está reuniendo usted para hablar, además
de con los bancos. Es que tengo mucho interés en conocerlo. ¿Ha hablado usted
con alguna plataforma? ¿Ha hablado usted con alguna organización social o con
algún partido? ¿Le ha preguntado usted a Cáritas? ¿Me quiere decir la fecha en
que se ha reunido con ellos? ¿Quiere poner sensibilidad social en su
ministerio? Le ha tocado a usted. Ha dicho el señor Rajoy que este es un
problema de los bancos y que lo tiene que llevar usted. Pues ocúpese de él.
Dígame a quién pone para que se ocupe de ello.
Yo venía hoy a proponerle 10 medidas, pero
incluso tiene usted a la defensora del pueblo de España diciéndole que haga
cosas. Le dice al Gobierno que no desahucie a las familias. ¿Lo ha leído? ¿Lo
sabía usted? ¿Se ocupa alguien en su ministerio de esas cosas? Porque la
defensora del pueblo de España, a quien han puesto ustedes, les dice que digan
a la Seguridad Social que no quite la vivienda a los autónomos que deben menos
de 30 000 euros a la Seguridad Social. ¡Es que se la están quitando ustedes! Y
es que además de hablar con el Banco de España hay que hablar con el Gobierno
de España, señor ministro. ¿Se ha enterado usted de que eso está pasando en
este país, que se lo está diciendo la defensora del pueblo? ¿O con que vaya a
crecer el número de hipotecas que se dan en este país ya tenemos que estar
felices? ¿A eso es a lo que hemos venido a esta Cámara hoy? Como la economía va
bien, los problemas no existen. Si los medios no se ocupan, no existen; ¡500
000 personas han sido desahuciadas en este país, y esperan un Gobierno que se
ocupe de ellos!
¿Dónde están las ayudas al alquiler? Desde
que ustedes llegaron, no han dado ni una. ¿Lo saben, señorías? ¿Saben que no
han dado ni una ayuda al alquiler? Y todos los días nos están diciendo que es
su política favorita. ¡Ni una! Con la renta básica que había con el Gobierno
socialista, 200 000 jóvenes tenían ayuda. Ustedes la han dejado en menos de 14
000 personas. ¿Pero qué están haciendo para ayudar a la gente?
¿Y viene usted a decirme que todo va bien
y que tranquilo? No, señor ministro; tranquilo, no. Creo que hace falta un
puntito de rebeldía, que hace falta que se pongan a hacer cosas de verdad, y
que me diga quién se ocupa en su ministerio. Y si no tiene a nadie, ponga ya a
alguien; se lo ha encargado el señor Rajoy, señor ministro. Póngase a trabajar
en esto. Además de ir a Europa y hablar con los bancos, este también es un
problema del que hay que ocuparse desde la política; no el economista ni el
sociólogo, el político; el que no lo resuelve haciendo una cuenta en Excel,
sino el que tiene corazón y se da cuenta de los problemas que tiene la gente,
ese. Oiga usted a las organizaciones sociales, a Cáritas, a la defensora del
pueblo si no quiere oír al Partido Socialista; o al papa hoy en el Parlamento
Europeo. Oiga usted a quien le parezca, pero oigan. Quítense los tapones de los
oídos. Hay un problema muy grave en este país, hay un problema que está
generando una fractura social muy grave.
Hagan más cosas; las que han hecho son
insuficientes, señor ministro, absolutamente insuficientes. Hay que hacer más y
hay que tomar medidas que lleguen a más gente. No pongan límites que son
absurdos. Porque, cuando los cambian, no me satisface decirles que me han dado
la razón; no me satisface nada, porque el paso es muy pequeño. Usted ha venido
aquí a decir que llevan tres años en el Gobierno y han ayudado a 26 000
familias, sumando todo lo que han podido hacer.
El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez):
Termine, señoría
El señor FERNÁNDEZ ORTEGA: Enseguida
termino.
¿Y qué son 26 000, frente a 240 000, 250
000 afectadas? ¿Le parece que ha hecho bastante, señor ministro? A mí, no.
Pónganse a trabajar y escuchen a la gente.
Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos).
El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez):
Gracias, señoría.
Cierra el debate, en nombre del Gobierno,
el señor ministro de Economía y Competitividad.
El señor MINISTRO DE ECONOMÍA Y
COMPETITIVIDAD (De Guindos Jurado): Gracias, señor presidente.
Señoría, como usted no puede agarrarse a
los datos, lógicamente se agarra a la demagogia. No sé lo que tiene que ver el
economista con el sociólogo y el político. Si alguien es político es un ministro
del Gobierno. Y usted que lo sepa. Es decir, este es el primer Gobierno que ha
tomado medidas importantes, que han afectado a 26 000 familias. Este número
puede parecerle a lo mejor insuficiente, pero poco, no; 26 000 familias me
merecen muchísimo muchísimo respeto, igual que también me merece muchísimo respeto
el 94 % de las familias que cada mes —vuelvo a repetir— están pagando su
hipoteca. Y espero que usted también lo tenga en consideración.
Por lo tanto, más que apelar a un discurso
genérico, demagógico, etcétera, vamos a ver cuáles han sido las actuaciones. A
lo mejor usted tiene un control y sabe con quién hablo y con quién no hablo,
por eso dice quién se ocupa y quién no se ocupa. Señoría, sea un poco serio.
Este Gobierno tomó medidas en febrero del año 2012; el primero. Nadie había
tomado medidas nunca. Y vuelvo a insistir, ha tomado medidas en una triple
dirección: en primer lugar, para cobertura de aquellos colectivos más
vulnerables; en segundo lugar, para que no se reproduzcan las prácticas
indeseables que sucedieron en el pasado; y en tercer lugar, para sacar a España
de la crisis. El problema de las ejecuciones hipotecarias se solventará de
verdad cuando el crecimiento económico sea más elevado y tengamos más
generación de empleo.
Dice usted que no le cuente la historia
del pasado. Claro, porque a usted no le interesa. ¡Pero contaré lo que me
interese a mí! La combinación que efectivamente nos interesa es la combinación
de malas prácticas desde el punto de vista hipotecario con la peor crisis
inmobiliaria, financiera, económica y de empleo de este país. Y yo creo,
señoría, que si mirase usted un poquito hacia atrás, a lo mejor tendría un
planteamiento completamente distinto desde el punto de vista de la generación.
Porque, se agravó la crisis y se agravó la crisis inmobiliaria. Y, le voy a dar
un ejemplo, señoría; le voy a dar un ejemplo que usted seguramente conoce muy
bien. Usted antes comentaba los datos del INE. En primer lugar, datos del INE
del Banco de España: ¿sabe usted cuántas de las viviendas habituales ejecutadas
judicialmente eran viviendas vacías? Datos del Banco de España, que es la
autoridad: el 90 %. Primera cuestión para que la tenga usted en consideración.
En segundo lugar, le voy a poner el
ejemplo de una entidad financiera que ha sido la que, en términos relativos,
más dinero nos ha costado a los españoles, y que seguramente usted conoce,
Cataluña Caixa. Le voy a dar una serie de datos. Se dieron préstamos por más de
1000 millones de euros cuando el préstamo que se concedía estaba por encima del
100 y del 120 % de la tasación de entonces. Se dieron hipotecas a titulares, de
los que un 10 % no tenían ningún tipo de ingreso y un 55 % con ingresos netos
inferiores a 20 000 euros. Cataluña Caixa, una caja de ahorros controlada por
la Diputación de Barcelona, en manos del PSC, facilitó hipotecas en moneda
extranjera —en yenes concretamente— que ascendían a más de 100 millones de
euros. Por todo ello, señoría, no es de extrañar que esa cartera hipotecaria,
que ha llevado al mayor agujero de una entidad en términos relativos en nuestro
país y al mayor rescate, también en términos relativos, tenga en estos momentos
la mora para hipotecas individuales por encima del 60 %, señoría; 10 veces más
que la media existente en nuestro país. Por lo tanto, señoría, déjese usted de
demagogias.
En cuanto a la actuación concreta y
específica del Gobierno, estoy dispuesto a analizar los criterios de
elegibilidad. Por supuesto que hemos ido cambiando, pero, por favor, lecciones
en este tema, ni media. No tomaron ustedes ningún tipo de medidas para proteger
a los colectivos que eran realmente vulnerables; se profundizó en la ausencia
de una política prudencial en la concesión de hipotecas, y ha tenido que venir
este Gobierno para solucionar los problemas, igual que pasó con las
preferentes, de las que usted no me ha dicho nada. Todo esto es un continuo,
como le decía anteriormente: las preferentes, las hipotecas, las malas
prácticas, desde el punto de vista de la actuación; y, desde luego, se
reestructuró el sistema bancario español para que en estos momentos, con la
recuperación económica, vuelva a haber crédito hipotecario disponible para las
familias españolas, que no lo ha habido en los últimos cuatro años.
Muchas gracias. (Aplausos).
El
señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Muchas gracias, señor ministro.