domingo, 10 de marzo de 2013

PALABRAS PARA ANTONIO



 
SALUTACIÓN

SOCIALISMO
Sean mis primeras palabras en representación de los compañeros y compañeras socialistas que hoy hemos acudido aquí desde Fraga, desde los pueblos de las comarcas del Cinca y desde otros pueblos de Aragón, algunos de cuyos máximos responsables regionales y provinciales se encuentran también entre nosotros. En nombre de todos, Antonio, Felipe, Manuel, familia, recibid nuestro más sentido pésame.

Apenas ha transcurrido un mes de la despedida de Francisco Beltrán, primer alcalde democrático de Fraga, en cuyo equipo Antonio Ibáñez destacó como Teniente de Alcalde y Concejal de cultura, cuando prácticamente las mismas personas nos reunimos hoy en Alcolea para despedirle y rendirle homenaje como compañero ejemplar.

Ambos compartieron valores que son referentes: la honestidad radical como forma de vida y de trabajar, la rebeldía contra la injusticia en cualquiera de sus manifestaciones, el amor a nuestra tierra y el empeño en construir un futuro mejor para todos, sin desfallecer nunca fueran como fueran las adversidades.

Antonio nos enseñó enseguida con su forma de ser que la militancia en un partido, la defensa de un ideal, no estaba reñida con la buena educación y mucho menos con la EDUCACIÓN en mayúsculas. Todo lo contrario. Siempre fue un hombre exquisito en las formas y educado en el trato. Sabía escuchar y sabía explicar. Convencer sin ofender. Sabía dónde quería llegar y llegaba con constancia y empeño.

Os agradezco a todos en nombre de la familia socialista que participéis en este acto de homenaje a nuestro compañero Antonio Ibáñez. Agradezco la ayuda del Ayuntamiento, de su alcaldesa –aquí presente- y de sus trabajadores. Nuestro reconocimiento final a todos los que habéis colaborado para que este acto se haya podido realizar aquí, tal y como el propio Antonio decidió. (Ramón Mesalles, Marta María –músicos- y Agrupación Local).


PALABRAS PARA ANTONIO

FRAGA (1978-1994)
Antonio fuiste un hombre muy viajado y allí donde pasaste no sólo echaste raíces sino que sembraste siempre lo mejor de tí mismo en tus alumnos, en tus compañeros de claustro, en tus convecinos. De esa semilla se forjaron mucho conocimiento y mucha bondad, mucha gente de bien que hoy se reúne en esta plaza para darte las gracias por ser como fuiste.

Coincidí contigo en el Ayuntamiento de Fraga. Fuiste mi jefe en el área de cultura. Compartí tu entusiasmo por rehabilitar las ruinas del viejo ayuntamiento y convertirlas en el Centro Cultural Palacio Montcada. Centro desde donde procuraste irradiar la cultura, la propia y la universal hacia todos, en todas sus manifestaciones.

Fuiste un hombre culto, educado, entusiasta de todo lo que hacías. Sabías contagiar la ilusión, por eso fue fácil contigo poner en marcha el archivo histórico, las publicaciones de los investigadores, la red de bibliotecas municipales, la programación estable de artes escénicas y musicales, el espacio “Miguel Viladrich”, el hermanamiento con Tarascón. Y tantas y tantas iniciativas culturales que nacieron durante tu etapa de concejal.

HERMANAMIENTO CON TARASCON
Fuiste un hombre de la Ilustración, un afrancesado en el buen sentido de la palabra. Y nada ilustra más, nada nos enseña más que el jumelage, el intercambio, el compartir. Por eso elegiste la ciudad de Tarascon para hermanarla con Fraga, una ciudad en el sur de Francia, de características similares, y relativamente cercana para favorecer una relación frecuente.

Recuerdo que la Rondalla Fragatina siempre cantaba la misma canción cuando el autobús cruzaba la frontera hacia Tarascón “palomica, palomica, no levantes tanto el vuelo, porque te saldrás de España y no sabrás volver luego”. Tu querías exactamente de todo lo contrario: animarnos a todos, a los jóvenes especialmente, a volar alto, bien alto, sin límites, sabiendo que la paloma siempre encuentra el camino de casa.

ALCOLEA
Camino de casa que encontraste de nuevo el día de tu jubilación, apenas hace siete años. Fue el momento de poner en marcha tantos y tantos proyectos que habías ido madurando para tu pueblo natal. El mismo que vio nacer a José Manuel Blecua o que acogió la juventud de Ramón José Sender. Alcoleanos universales a quienes siempre admiraste.

Te instalaste en tu casa natal, la de los Regales. Pero compraste una casa en la calle mayor para ubicar allí los más de 6.000 libros que forman tu biblioteca y allí creaste el embrión del museo de las cajas de hojalata del mundo. Siempre ocurrente, siempre innovador. ¿Sabes cuanta información lleva una lata? ¿Sabes cuántas formas, colores, ilustraciones, cuánta historia y geografía, cuánta creación esconden todas y cada una de las cajas recopiladas? Del elemento más sencillo nace una fuente de sabiduría, si alguien tiene la mente abierta para apreciarla. Y tú la tenías.

Y en este camino habías perdido a Ana en el año 2002, la compañera fiel, discreta, enamorada, siempre inseparable. Fue un golpe duro del que supiste salir apoyándote en Antonio y Felipe, los niños de tus ojos, de los que siempre te manifestabas orgulloso. Reorganizaste tu vida en Alcolea a caballo también con Zaragoza, colaborando con vecinos y asociaciones, con la agrupación socialista y con el grupo municipal. Y viajando, no dejaste nunca de viajar, para aprender, para disfrutar. Para vivir.

DESPEDIDA
Cantaba el poeta:

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,

pero mi verso brota de manantial sereno;

y más que un hombre al uso que sabe su doctrina

soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
 

Es muy difícil despedirse de ti Antonio, porque eras tan buena persona que me resulta difícil aceptar que nos hayas jugado esta mala pasada. Te vas demasiado pronto, cuando todos soñábamos junto a ti que la recuperación era posible. Se va el amigo, el profesor, el compañero, el enamorado de Alcolea, de sus ripas y del Cinca, el río que las esculpió.
Con humildad te anuncio, que tu ejemplo cundirá y que yo, como muchos de los que aquí te despedimos, nos sentimos depositarios de tus valores que mantendremos vivos hasta el final de nuestras propias vidas.

Descansa en paz, en tu pueblo natal, amigo, compañero Antonio.


Alcolea de Cinca, 9 de marzo de 2013
Foto de Antonio Ibáñez Regales y Foto del Puente de Alcolea de Cinca desde el que, después de la ceremonia civil, se lanzaron unas cenizas y unas rosas para que el río Cinca las llevara al mar, pasando por Fraga y por todos los pueblos de la Ribera. El Arco Irís también salió a despedirle.