jueves, 18 de septiembre de 2008

LA RIQUEZA LINGÜISTICA DE ARAGÓN


En el Aragón que ha despedido la Expo Internacional de Zaragoza 2008 con un alto nivel de contenidos, de visitantes y de capacidad organizativa, ha comenzado el curso político con un debate de fondo recurrente sobre la identidad lingüística y sobre la orientación de la política lingüística en la Comunidad Autónoma.
La Comunidad Autónoma de Aragón disfruta de un patrimonio lingüísitco que no existe en ninguna otra, pues en su territorio se hablan tres lenguas históricas: el castellano, el catalán y el aragonés, con sus respectivas modalidades.
Desde el comienzo del autogobierno, regular este patrimonio para protegerlo y para atender los derechos de los hablantes ha sido un reto político difícil de asumir, porque´, a día de hoy, las Cortes de Aragón han sido incapaces de promulgar una Ley de Lenguas que desarrolle el mandato del Estatuto de Autonomía.
Parece ser que ahora es el momento elegido por el Gobierno de Aragón para impulsar este proyecto de ley que no hará otra cosa que dar cobertura legal a lo que en muchos pueblos y ciudades del alto aragón y de la zona oriental de aragón forma parte de la vida cotidiana.
Como ha ocurrido siempre, el simple anuncio de apertura del debate parlamentario sobre este proyecto ha movilizado a la parte más rancia y ultramontana de la sociedad aragonesa, que con un grado elevado de demagogia pretende oponerse al reconocimiento de cualquier derecho lingüístico para los hablantes no castellanos.
Me sorprende sin embargo la elevada virulencia con la que se pone en marcha la campaña en contra de la futura Ley de Lenguas y, sobre todo, me sorprende las dosis de demagogía con las que los detractores de la ley defienden sus posiciones.
En estos días en los que hemos sabido que la asignatura Educación para la Ciudadanía se está impartiendo en inglés por decisión del Gobierno del Partido Popular en la Comunidad Valenciana, elevando a la categoría de héroes a los profesores que la imparten, vemos como algunas voces del mismo partido anuncian de forma apocaliptica que el catalán acabará invadiendo Aragón si las clases de sociales se imparten en la misma lengua que los alumnos usan cuando hablan con sus padres o cuando juegan en el recreo con sus amigos.
Aragón necesita una Ley de Lenguas, tal como mandata nuestro Estatut0 de Autonomía, porque así profundizaremos en nuestro autogobierno, porque Aragón tienen una lengua minoritaria, el aragonés, que es privativa de nuestra Comunidad, es decir que si no la conservamos y recuperamos nosotros, la perderá la humanidad entera y porque más de 60.000 aragoneses de habla catalana se merecen que sea el Gobierno de Aragón y no otros quien se ocupe de proteger y dignificar la lengua que han heredado de sus padres.
Evidentemente la Ley de Lengua deberá ser respetuosa e incorporar al patrimonio lingüísitico la riqueza de las variantes locales, de las modalidades lingüísitcas, respetando incluso si así se quiere la denominación local de cada modalidad en el ámbito coloquial, pero sin fragmentar la lengua, porque fragmentar el aragonés o el catalán en más de cuarenta idiomas locales significaría renunciar explícitamente a hacer política lingüística en nuestra Comunidad, significaría en definitiva renunciar a desarrollar nuestra capacidad de autogobierno y segregar del conjunto los derechos de un número importantes de aragoneses que no dejan de ser ciudadanos aragoneses por el hecho de hablar una lengua tradicional diferente del castellano.