viernes, 18 de diciembre de 2009

JA SOM ARAGONESOS QUE PARLEM CATALÀ

Por fín. El Pleno de las Cortes de Aragón aprobó ayer, por mayoría absoluta, la Ley de uso, protección y promoción de las lenguas propias de Aragón.
Aunque parezca mentira, por fín, después de que Aragón accediera a la Autonomía y aprobara su primer Estatuto en 1982, nuestras lenguas propias ya tienen nombre, gracias a una ley que ayer aprobó el Parlamento de Aragón a inciativa del Grupo Parlamentario Socialista, que ayer contó también con el apoyo de Chunta Aragonesista.
Son muchos los aragoneses de los valles pierenáicos que todavía usan el aragonés en el ámbito familiar y local como lengua materna y son más de 60.000 los aragoneses de la zona oriental que hablan habitualmente el catalán en sus relaciones personales.
Pero algunos partidos políticos y algunos pseudo-lingüistas, más viscerales que rigurosos, se han empeñado durante muchos años en impedir que los aragoneses que no tienen el castellano como lengua materna tuvieran un nombre oficial para la primera lengua que oyeron en brazos de sus padres al nacer.
Quizás ésta sea la aportación más importante de la Ley que ayer se aprobó, por mayoría absoluta -insisto-, en la Cortes de Aragón, depositarias de la voluntad popular.
Porque la política lingüistica que desarrollará la ley, seguirá basada en el sentido común, en la dignidad de las lenguas, en la voluntariedad y en la territorialidad tal y como se ha hecho durante estos 25 años de enseñanza y tal y como se cansó ayer de repetir en sus intervenciones Carlos Álvarez portavoz del Grupo Socialista en el Pleno de ayer.
Sirva esta mayoría absoluta de nuestro parlamento como homenaje a todos aquellos aragoneses que se sienten orgullosos de hablar las lenguas tradicionales y que han hecho posible que estas lenguas constituyan hoy un capital importante de nuestro patrimonio cultural. Y sirva de homenaje también a todos aquellos luchadores por la dignidad de estas lenguas, algunos de los cuales como Pepe Bada, Artur Quintana y muchos alcaldes y concejales, nos acompañaron ayer en la tribuna del parlamento. A otros, como Josep Galán y Jesús Moncada, desgraciadamente la muerte les robó esa oportunidad.