Día de San José. Víctor Morlán me propone, como Presidente de la Comisión de Fomento del Senado, una visita a las obras de la Autovía Huesca-Jaca, A -23 (Autovía Mudéjar). Se trata de 50 kms. de pura ingenieria para unir la hoya de Huesca con el Macizo de los Pirineos, con una vía moderna de alta capacidad. Cerca de 500 millones de euros en inversión.
Las primeras licitaciones se iniciaron en 2005 y las actuales previsiones apuntan hacia el año 2014 para que las obras estén finalizadas completamente, aunque a finales de 2010 o principios de 2011 podrá entrar en servicio algún tramo.
Es imprescindible visitar el escenario en el que se están desarrollando las obras para comprender que hablar de fechas es incierto. La autovía en su conjunto es una ambiciosa obra de ingeniería que transcurre en intersección con la carretera nacional 330, acceso principal a los Valles de Tena y del Aragón. Se construye la autovía limitando al máximo los cortes de circulación por esta vía y al mismo tiempo garantizando la seguridad de los usuarios y de los trabajadores. Esta circunstancia afecta al ritmo de las obras. Como lo afecta la pluviometría y la climatología del otoño e invierno pasados. O el Concurso de Acreedores de alguna empresa adjudicataria.
Pero lo visto ayer, después de recorrer a pié el primer nuevo túnel acabado en Monrepós, de 1.500 metros de longitud y emulando la inauguración de los túneles actuales en los años 90 por el ministro Josep Borrell, nos certificó a todos los asistentes que detrás de este ambicioso proyecto hay una gran dosis de voluntad y de capacidad. Voluntad política de impulsarlo y dotarlo económicamente año tras año en los Presupuestos Generales del Estado y capacidad técnica tanto en los redactores de los proyectos como en las empresas constructoras para ejecutar una de las obras más complejas que se están realizando en España. (Victor Morlán, dixit).
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