PRESUPUESTOS AUSTEROS, REFORMISTAS Y SOLIDARIOS

Fue una Rueda de Prensa difícil la que compartimos con Pilar Alegría y Vicente Guillén ayer en Zaragoza. El dossier que habían preparado las compañeras diputadas, para explicar que 2011 será un año de austeridad absoluta en las cuentas del Estado para cumplir con los objetivos de reducción de défecit público, pasó desapercibido porque sobre el ambiente pesaba la cifra del 44% de reducción en las partidas inversoras en Aragón.

Parecía que nadie quisiera valorar que el Gobierno ha hecho un tremendo esfuerzo para equilibrar la caída de los ingresos en más de un 30%, priorizando partidas de gasto que son imprescindibles para mantener la cohesión social y reforzar las bases de una nueva economía que nos permita salir de la crisis apoyándonos como país en sectores más productivos que el de la construcción.

Suben las becas, porque en la gran inversión en capital humano que supone la educación es fundamental garantizar la igualdad de oportunidades. Se incrementa en un 3,8 la partida para las pensiones, garantizando la revalorización de las pensiones mínimas. Se mantiene una importante dotación para prestaciones a desempleados.

Pero nada de lo que afecta a las personas concretas parece importar más allá de un supuesto agravio comparativo. Y digo supuesto porque todas las obras el Estado está ejecutando en Aragón, y que Aragón considera prioritarias, todas tienen partida presupuestaria para 2011. ¿Menor que la de 2010? No puede ser de otra manera. La disminución de ingresos y la obligación de reducir la deuda pública no dejan otro margen de maniobra.

Proponer más inversiones, a la vez que reducir los impuestos para tener menos ingresos y además pretender disminuir el défecit, es un canto al simplismo que puede sonar bien en los altavoces mediáticos pero resulta de cumplimiento imposible. En castellano, se llama demagogia.

Vamos a insistir en debatir sobre propuestas realizables que respondan a las tres prioridades: salir de la crisis, mantener la cohesión social y reformar nuestra economía para no caer en los mismos errores que nos han llevado a medio mundo a la crisis que todos estamos sufriendo.