jueves, 4 de marzo de 2010

ARTÍCULO DE MONTSE VILLAGRASA

La concejal fragatina y diputada en las Cortes de Aragón, Montse Villagrasa, escribe hoy un artículo interesante sobre el criticado derribo del antiguo colegio San José de Calasanz, en "La Voz del Bajo Cinca". Lo publico y lo rubrico en su integridad.


SAN JOSÉ DE CALASANZ ¿CONSTRUIR O DESTRUIR?

El edificio del Colegio San José de Calasanz, que ha ordenado derribar el Alcalde de Fraga, no está en ruina, ni mucho menos representa ningún tipo de peligro. Con la Ley de Urbanismo vigente ningún técnico firmaría un informe declarando el edificio en situación de “ruina económica”.

Todo lo contrario. Cualquier informe técnico que se encargara en estos momentos, le recordaría al Alcalde que la Ley 3/2009, de 17 de junio, de Urbanismo, que aprobaron las Cortes de Aragón, de las que él mismo es Diputado, en su artículo 251 dice literalmente: “Los propietarios de cualesquiera edificaciones, terrenos, solares, urbanizaciones y carteles deberán mantenerlos en adecuadas condiciones de seguridad, salubridad, ornato público y calidad ambiental, cultural y turística. A tal efecto, realizarán los trabajos y obras precisos para conservarlos o rehabilitarlos, a fin de mantener en todo momento las condiciones requeridas para la habitabilidad o el uso efectivo”.

La ley es así de contundente. La obligación legal del propietario (en este caso el Ayuntamiento de Fraga) es precisamente la de conservar y cuidar el edificio. Sin embargo, el Alcalde ha ordenado el derribo del Colegio San José de Calasanz, amparándose en unos informes técnicos realizados con una Ley que ya está derogada. ¿Por qué se ha dado más prisa en tramitar este expediente de supuesta “ruina económica” que en tramitar la cesión del solar para construir el nuevo Colegio? ¿Por qué tiene más prisa por destruir que por construir? ¿Qué autoridad tendrá a partir de ahora el Alcalde para hacer cumplir la Ley, si el Ayuntamiento es el primero en incumplirla?

Fraga necesita ese edificio. Primero porque el coste de su rehabilitación es asumible (700.000 euros) y además cuenta con subvención del Gobierno de Aragón (300.000 euros). Segundo porque construir un edificio de similares características en un lugar tan céntrico y accesible costaría cuatro veces más. Tercero porque si la construcción del nuevo colegio se demora en el tiempo, no resulta demasiado razonable llenar el antiguo campo de fútbol con aulas provisionales. Cuarto porque los 1.800 metros útiles permiten ubicar allí servicios juveniles, culturales y educativos que están muy necesitados de espacios. Y permiten hacerlo en un plazo de tiempo muy breve, porque la rehabilitación del edificio es relativamente sencilla.

Cada fin de semana oigo a muchos padres lamentarse que en Fraga no tengamos un Centro Joven, como lo tienen Mequinenza o Ballobar, donde los adolescentes de doce, trece o catorce años puedan pasar su tiempo libre en lugar de hacerlo en la intemperie. El edificio de San José es el lugar idóneo para ello, porque está céntrico y porque su adaptación es sencilla y rápida. Y quedará espacio para agrupaciones musicales como la Banda o la Coral, para grupos de teatro o la Rondalla, para otros grupos juveniles. Mil ochocientos metros en el centro de la ciudad, bien distribuidos dan para mucho y Fraga los necesita.

¿Qué sentido tiene derribarlos? Reflexione señor Alcalde, por el bien común.

Montse Villagrasa

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