Intervención ante el Pleno del Senado, celebrado el día 8 de mayo, para defender las 31 Enmiendas presentadas por el Grupo Parlamentario Socialista al Proyecto de Ley de medidas de flexibilización y fomento del mercado del alquiler de viviendas.
Diario de Sesiones:
Para su defensa, tiene la palabra el
senador Becana.
El señor BECANA SANAHUJA: Muchas
gracias, señor presidente.
En nombre del Grupo Parlamentario
Socialista también quiero decir que, precisamente, porque creemos y queremos
desarrollar el artículo 47 de la Constitución Española hemos presentado un veto
a este proyecto de ley y 31 enmiendas porque que el proyecto de ley que hoy
estamos debatiendo no garantiza este derecho
para todos los españoles por igual.
Hemos presentado 31 enmiendas por
una serie de motivaciones y consideraciones que se han ido explicando cuando se
ha justificado el veto, cuando se ha defendido el veto en Pleno y en Comisión,
cuando se han defendido las enmiendas.
Y me gustaría hacer una pequeña síntesis de
todo esto. Es verdad que es necesario empezar por el tema monográfico que ha
utilizado la anterior portavoz y también otros portavoces, que es la enmienda
que presenta el Grupo Parlamentario Popular en el Senado y que indica de forma
muy clara cómo va a desarrollar el plan de vivienda que apruebe el Consejo de
Ministros el día siguiente de haber introducido con nocturnidad en el Senado
esa enmienda; una enmienda que, entre otras cosas, como se ha dicho, acaba con
derechos adquiridos por compradores de viviendas de promoción pública, acaba
con derechos adquiridos por jóvenes que se habían acogido a la renta básica de
emancipación, y lo hace con carácter retroactivo, sabiendo que aquellos que
ahora pierden derechos que tenían adquiridos no podrán acudir a los tribunales
a defenderlos porque paralelamente el ministro de Justicia ha establecido unas
tasas judiciales que van a tener un efecto disuasorio para que los ciudadanos
que se ven atacados por este proyecto de ley, y por esta enmienda en concreto,
puedan defender sus derechos.
Señorías, si me permiten un poco de
ironía, creo que lo único que va a fomentar el alquiler es precisamente esta
enmienda 105, porque aquellas personas que compraron su vivienda y que, gracias
a las ayudas de los anteriores planes estatales de vivienda, se quedaron con
una hipoteca que rondaba los 300, 400 euros, desde el mes de julio están
pagando –y lo van a ratificar ustedes con esta enmienda- 600, 700 euros, porque
han perdido las ayudas a la subsidiación que les reconocían los anteriores
planes de vivienda. Es muy probable que cuando estas personas se encuentren con
alguna circunstancia sobrevenida que les haga perder su puesto de trabajo o les
dificulte su propia economía familiar tengan que perder su vivienda y tengan
que recurrir al alquiler.
Es la única medida de fomento del
alquiler que hemos encontrado en este proyecto de ley. No hay ninguna más. No
es un proyecto de ley que venga acompañado de una memoria económica, se remite
al plan de vivienda. Y hablan de 2000 millones para toda la duración del plan,
pero ahí entran todas las actuaciones en materia de vivienda, no solamente las
actuaciones en materia de alquiler, y sin actuar económicamente como se venía
haciendo en los planes anteriores en el alquiler de la vivienda no
conseguiremos promover ese cambio de hábito respecto de la vivienda habitual,
es decir, no conseguiremos que se pase de la actitud favorable a la compra a la
opción del alquiler. Hay que estimular ese cambio. Es verdad que las
circunstancias han cambiado, es verdad que el plan que ha aprobado el Gobierno
el día 5 de abril tiene que dar prioridad al alquiler, claro que lo tiene que
hacer. ¿Porque no lo había en los planes anteriores? No, porque ha cambiado la
realidad económica de nuestro país, ha cambiado por circunstancias que no son
imputables al Gobierno anterior y que han hecho que se hundiera un sector, el
sector de la construcción, han hecho que se hundiera el sistema financiero, que
entrara en crisis el sistema financiero y por lo tanto todo el volumen
crediticio de las entidades bancarias, y se acabó el poder acceder a la compra
de viviendas.
Si nos vamos a encontrar con una
sociedad que va a vivir durante estos próximos años condicionada por estas
circunstancias es lógico que la prioridad de un plan de vivienda aprobado en el
año 2013 encamine sus actuaciones hacia el alquiler, y lo hará con un entorno
mucho más favorable al alquiler que el que se encontraron los anteriores planes
de vivienda, pero actuando como se actuó se consiguió pasar del 10% de
viviendas alquiladas al 17%. Y ahí tuvo mucho que ver una actuación que se
llama la renta básica de emancipación, por la cual los jóvenes cobraban una
parte del alquiler que pagaban cuando se emancipaban de sus familiares; fue un
programa que ayudó a emanciparse a más de 180 000 jóvenes. Ahora, después de
las diferentes decisiones que ha ido tomando el Partido Popular desde el año
pasado, quedan unos 120 000 beneficiarios, que en cuanto entre en vigor el
nuevo plan de vivienda desaparecerán; 120 000 jóvenes que se quedarán sin la
ayuda, bastante probable que la mayor parte de ellos abandonen el alquiler y
bastante probable también que los propietarios que tienen alquilados esos pisos
pierdan las rentas que están recibiendo por ese alquiler.
En cuanto a las enmiendas que ha
presentado el Grupo Parlamentario Socialista, las voy a agrupar por los
argumentos que hemos ido exponiendo durante este debate y durante el debate en
comisión. Del análisis de este proyecto de ley hemos dicho que es un proyecto
de ley que rompe el equilibrio entre los derechos y las obligaciones del
arrendador y del arrendatario, y nos dicen que no. Nosotros pensamos que sí,
que reduce la duración del contrato y los años de prórroga -por lo tanto
precariza los contratos-, facilita la rescisión unilateral del contrato por
parte del arrendador, se puede echar al inquilino a partir del primer año con
muchísima facilidad y sobre todo le niega al arrendatario el derecho del tanteo
y retracto.
Para corregir eso hemos presentado
las enmiendas que tienen por objeto establecer en cuatro años y en tres de
prórroga la duración mínima de los contratos de alquiler, considerando que pasar
de los actuales cinco años más tres de prórroga a los tres que contempla el
proyecto de ley más uno de prórroga a los tres que contempla el proyecto de ley
más uno de prórroga supone un cambio radical en contra de los intereses del
arrendatario. Está claro que una reducción significativa de la prórroga del
contrato desincentiva la demanda.
Nuestras enmiendas pretenden
también garantizar la estabilidad del contrato con independencia de su
inscripción en el registro de la propiedad. Dicen que quieren incentivar el
alquiler y establecen una obligatoriedad que conlleva gastos, que conlleva
prácticamente el importe de una mensualidad de un piso medio que se arriende
por 400 euros, conlleva 400 euros de gastos, que se tiene que gastar el
inquilino para tener una seguridad jurídica en el contrato que firma que ya se
la está dando la actual Ley de Arrendamientos Urbanos. ¿Para qué queremos
obligar al inquilino? Si lo que realmente dice el Gobierno que pretende con
esta ley es fomentar el alquiler, ¿cómo le vamos a decir al inquilino que gaste
más dinero si quiere tener mayor seguridad jurídica cuando el propietario le
plantee que va a necesitar su casa para un hijo que se quiere casar o cuando el
propietario le plantee cualquier otra cuestión relacionada con su contrato?.
Hemos presentado otro grupo de enmiendas para que cuando el propietario
comunica al inquilino que va a necesitar su piso lo haga de forma fehaciente,
lo acredite de forma suficiente; no basta con una comunicación verbal y así lo
recoge el proyecto de ley: oye, vete, que se casa mi hijo y cuando oye: vete,
que se casa mi hijo, el inquilino se tiene que ir y si a los tres meses el hijo
no se ha casado, el inquilino, si no se gastado 400 euros registrando el
contrato de alquiler, no tiene posibilidad de evitar que le desalojen del piso;
y si lo hace y gana el contencioso después de haberse ido del piso tendrá
derecho a que le indemnicen con un mes de alquiler. Pensamos que eso no
equilibra las relaciones entre al arrendador y el arrendatario.
Pedimos también que la limitación a
la renuncia del derecho de adquisición preferente en el caso de la vivienda
arrendada se establezca si se va a hacer esa renuncia mediante pacto expreso
incorporado en el contrato de alquiler.
Hemos presentado, ya lo he dicho,
una enmienda para suprimir el requisito de inscripción de la vivienda. Dada
esta actitud favorable que tienen a sumar apoyos a los proyectos que han
presentado durante la legislatura, y especialmente a los proyectos que hemos
debatido esta tarde, pensamos que quizás esta idea pueda resultar demasiado fuerte
para ustedes. Les proponemos que si quieren insistir en que esa inscripción en
el registro sea necesaria, por lo menos establezcan una bonificación del 60% de
las tasas y de los aranceles, que no tiene repercusión en el déficit público.
Nos parece una mala idea que el proyecto de
ley renuncie a que el criterio de renovación automática de la renta anual del
alquiler se desvincule del IPC, porque es un criterio universalmente aceptado
por todo el mundo, no está dando ahora ningún problema y si se desvincula
generará problemas en la relación entre arrendatarios y arrendadores.
Con la enmienda 105, que metieron
ustedes con nocturnidad en el Congreso de los Diputados, hicieron otra
tropelía. Presumía el portavoz del Grupo Popular de que este era un proyecto
que había sido sometido a consultas y a exposición pública de diferentes
organismos, pero hay partes sustanciales que están fuera de esa consulta, como
la enmienda 105, por poner un ejemplo, que introdujeron en el Congreso de los
Diputados que establece las listas negras de aquellos inquilinos que han dejado
de pagar su renta que no ha podido ser informada por nadie. Y ahí estamos
estableciendo otra injusticia, porque están ustedes poniendo al mismo nivel a
aquellos inquilinos que dejan de pagar por razones económicas, por
circunstancias personales adversas, que aquellos ciudadanos que dejan de pagar
su renta por motivos menos justos. Sin embargo, todos tendrán problemas cuando
quieran alquilar una nueva vivienda.
Es un proyecto poco ambicioso, porque no
contempla la creación de un organismo público para el impulso y la gestión del
alquiler del parque de viviendas, ni de las que hay de promoción pública ni de
las que se podrían gestionar con el banco malo.
Nosotros proponemos que creen un
organismo —ya sé que nos dirán que no funcionaron, pero vale la pena
intentarlo— ejecutivo público, sin gastos adicionales porque se puede hacer con
las estructuras que ya tiene ahora la administración General y que ese
organismo sea el encargado de gestionar de una forma ordenada, coordinada y
razonable las políticas de vivienda en alquiler que se pretenden poner en
marcha por la administración.
Lo más grave de este proyecto de
ley —lo he dicho anteriormente— es que acaba definitivamente con la renta
básica de emancipación de los jóvenes. En 2008 se estableció la renta básica de
emancipación que consistía en una ayuda mensual por importe de 210 euros
durante un período máximo de 48 meses que podía disfrutar de forma interrumpida
un joven hasta los 30 años. En 2011 el Partido Popular la paralizó impidiendo
la incorporación de nuevos beneficiarios. En 2012 el Partido Popular la recortó
reduciendo la ayuda mensual a 147 euros, un 30% de aquellos 210 que tenían
reconocidos; y en 2013 el Partido Popular la elimina definitivamente con
carácter retroactivo. Todos aquellos jóvenes que la tienen ya concedida y que
la están cobrando la perderán el día siguiente que entre en vigor el nuevo plan
de vivienda y como alternativa —se lo ha explicado antes mi compañero Juan
Manuel Fernández— ustedes les van a ofrecer unas ayudas al alquiler no ya como
jóvenes, sino como individuos. El requisito que le van a pedir a un joven, a
una persona sola, es que no cobre más allá de una vez el IPREM, es decir, que
no cobre más de 532,51 euros y con ese sueldo será imposible que nadie se acoja
a ayudas que probablemente no superarán los 120 euros.
En consecuencia, es probable que al
anularse la renta básica —se lo decía antes— se anulen también los contratos de
alquiler que tienen estos jóvenes y los jóvenes perderán su vivienda como los
propietarios perderán su renta. Acabo haciendo mención a un aspecto que es
importante. Lo hemos hablado en la ley anterior, son temas de simple
sensibilidad que no cuestan dinero y que, sin embargo, pueden aportar un grano
de arena para que la gente que tenga dificultades en estos momentos tenga un
respaldo del gobierno. Me refiero a la posibilidad de ayudar al pequeño
comercio que está todavía con rentas antiguas, rentas antiguas que, según la
Ley de Arrendamientos Urbanos en vigor acabarán el día 1 de enero de 2015. Ese
año se actualizarán las rentas en el año peor para las economías de estos
pequeños comercios. ¿Tiene el gobierno algún problema para, dadas las
circunstancias económicas que está pasando el país, prorrogar por cinco años
más esta renta? No cuesta dinero porque es una cuestión de sensibilidad.
En resumen, le hemos dicho ya que es una
ley equivocada en el análisis de partida, es desequilibradora en la relación
arrendador- arrendatario, a favor del propietario y a favor de los bancos.
Despoja al arrendatario de prácticamente todos sus derechos. Obliga al
arrendatario a soportar mayores gastos innecesarios para alquilar con unas
mínimas garantías, crea listas negras que dificultarán el acceso a una vivienda
de alquiler a familias honestas que hayan padecido la consecuencia de las
crisis y no dedica ni una sola línea al alquiler social. Se llama “de fomento
del alquiler” pero ni una sola línea anima a nadie, si no es por necesidad, a
vivir en alquiler en lugar de vivir en propiedad.
Gracias, señor presidente.
(Aplausos.)
El Partido Popular no aceptó ninguna de las enmiendas presentadas. A partir de la entrada en vigor de esta Ley, más 120.000 jóvenes perderán las ayudas al alquiler de viviendas conocidas como Renta Básica de Emancipación. También los beneficiarios de subsidicaciones y subvenciones para la adquisición de una vivienda de promoción pública, otorgadas al amparo de los anteriores Planes Estatales de Viviendas, las perderán.
Se trata de derechos reconocidos. Si quieren pleitear contra la Administración, deberán pagar tasas judiciales para iniciar un pleito que defienda derechos que el propio Gobierno les otorgó en su momento.
Todo un desprósito que fue imposible evitar frente al rodillo parlamentario de su mayoría absoluta.
2 comentarios:
No sé si éste es otro comentario o es el primero que sale.
Sólo decirte que te "leleo" y que me alegro poder seguir fardando de un amigo político honesto.
Un abrazo.
Salud
y
República
Y desde este triángulo de las Bermudas donde vamos viviendo antes de que nos toquen las pensiones, se escucha un sincero aplauso si no al senador, sí al amigo.
Gracias por mantener esa amistad aunque tenga que ser en la distancia obligada por los deberes inherentes al cargo.
Siento no dar para más. SyR
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