El escaño perdido, la gratitud inmensa.
Gracias a los 28.429 electores que apoyaron mi candidatura a
Senador por Huesca y me posicionaron en quinto lugar. Gracias a los 1.902
vecinos de Fraga que me votaron y, especialmente, a los 326 que eligieron otra papeleta
en el Congreso y optaron por mí en la del Senado.
No seré Senador por Huesca, pero me siento igualmente obligado
con todas y cada una de las personas que me habéis otorgado vuestra confianza y, desde
mi militancia activa, voy a seguir trabajando por los proyectos que hemos
comprometido durante la campaña electoral y por los valores de la libertad, la
igualdad y la solidaridad que han inspirado nuestro programa. Seguiré apostando
por esta tierra y por las personas.
Ha sido una campaña electoral extraña y difícil, creo que nos
hemos dejado la piel en ella, gracias al esfuerzo del Comité de Campaña y de
los candidatos al Congreso y al Senado. Fundamental también el trabajo
realizado en cada municipio por nuestros compañeros y amigos que nos han
permitido estar presentes en cada rincón de esta extensa provincia. Una mención
especial a todos aquellos vecinos que, no siendo militantes socialistas, han
hecho suyos nuestros valores y nuestras propuestas y han colaborado de mil
formas diferentes.
Democracia es votar en libertad y saber acatar, después, la
voluntad de la mayoría. En esta ocasión el resultado ha sido complejo y permite
la conformación de mayorías diferentes, todas ellas legítimas. Habrá que decidir, pues, desde el
diálogo para buscar puntos de encuentro, con la mirada puesta en el bien común.
Pero esta reflexión merece un capítulo aparte.
Hoy toca felicitar a los parlamentarios electos, especialmente, a mis compañeros Gonzalo Palacín y Begoña Nasarre y ofrecerles mi apoyo incondicional.
Hoy toca felicitar a los parlamentarios electos, especialmente, a mis compañeros Gonzalo Palacín y Begoña Nasarre y ofrecerles mi apoyo incondicional.
Me despido así de la campaña electoral, con toda la dignidad
que me otorgan el haber dejado cuerpo y alma en el empeño y, a pesar de un
resultado insuficiente, la sensación de haber hecho el trabajo lo mejor que he
sabido. Lo dicho, gracias a todos, de corazón.