domingo, 17 de enero de 2010

PRIMER CONGRESO PROVINCIAL DE LAS JUVENTUDES SOCIALISTAS DEL ALTOARAGÓN




El sábado 16, se celebró en Huesca el primer Congreso de las Juventudes Socialistas del Altoaragón. Seis años de un trabajo bien hecho han hecho que de tres agrupaciones locales iniciales, ayer fueran ventitrés las agrupaciones que estuvieron representadas por setenta delegad@s.

Mi felicitación al nuevo Secretario General, Gerard Cabistany, y a todos los que han protagonizado estos años de trabajo y que ahora también conforman la nueva ejecutiva.

Es una carrera de fondo. Se ha alcanzado una meta importante, pero la razón de ser de nuestra organización va mucho más allá.

Formación, para ser los mejores profesionales y la mejor organización. Lucha y trabajo para extender las ideas de igualdad de oportunidad, solidaridad y libertad entre los jóvenes de nuestra provincia. Estas dos ideas fueron el eje de las intervenciones de Raquel Yus, Gerard Cabistany y Marcelino Iglesias en la clausura del Congreso.

Fotos: 1. Nueva Ejecutiva de las Juventudes Socialistas del Altoaragón. 2. Asistentes al acto de clausura.

LA POBREZA, VERDADERA ARMA DE DESTRUCCIÓN MASIVA

Elijo una imagen de esperanza para recordar la tragedia que un terremoto ha causado en Haiti, a pesar que las noticias que llegan minuto a minuto son cada vez más escalofriantes.
Una vez más ha quedado claro que la mayor arma de destrucción masiva que existe en nuestro planeta es la POBREZA. Cuando la desgracia se cierne sobre un país pobre, los muertos se cuentan por centenares de miles.
En esta ocasión, el presidente Obama ha liderado el movimiento de solidaridad con el pais afectado y como siempre las ONGs y los voluntarios han dejado su vida y su alma para que una intervención inmediata evite consecuencias peores.
Al igual que el anterior presidente de EE.UU lideró una invasión bélica a IRAK, en compañía del presidente español José María Aznar, para buscar unas armas de desctrucción masiva que resultaron mentira, le toca ahora a Obama y al conjunto de líderes mundiales emprender una cruzada contra la más peligrosa de las armas de destrucción masiva: la pobreza, sin necesidad de esperar a que nuevas desgracias naturales vuelvan a remover nuestras conciencias. Esta es la más importante de las batallas preventivas que necesita la humanidad.