Elijo una imagen de esperanza para recordar la tragedia que un terremoto ha causado en Haiti, a pesar que las noticias que llegan minuto a minuto son cada vez más escalofriantes.
Una vez más ha quedado claro que la mayor arma de destrucción masiva que existe en nuestro planeta es la POBREZA. Cuando la desgracia se cierne sobre un país pobre, los muertos se cuentan por centenares de miles.
En esta ocasión, el presidente Obama ha liderado el movimiento de solidaridad con el pais afectado y como siempre las ONGs y los voluntarios han dejado su vida y su alma para que una intervención inmediata evite consecuencias peores.
Al igual que el anterior presidente de EE.UU lideró una invasión bélica a IRAK, en compañía del presidente español José María Aznar, para buscar unas armas de desctrucción masiva que resultaron mentira, le toca ahora a Obama y al conjunto de líderes mundiales emprender una cruzada contra la más peligrosa de las armas de destrucción masiva: la pobreza, sin necesidad de esperar a que nuevas desgracias naturales vuelvan a remover nuestras conciencias. Esta es la más importante de las batallas preventivas que necesita la humanidad.
domingo, 17 de enero de 2010
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